lunes, 27 de abril de 2015

PAOLO GIORDANO: "Como de la familia"

'Como de la familia', de Paolo Giordano
Portada del libro.
                                                Portada del libro.



·         La muerte de la mujer que cuidaba de su casa y su hijo hace que una pareja examine su vida y reflexione sobre el vacío

 Paolo Giordano tiene 32 años y es desde hace seis un autor de éxito. Su primera novela, 'La soledad de los números primos', tuvo un eco extraordinario. Ahora se publica en castellano la tercera, 'Como de la familia', y el autor revela una madurez literaria, pero sobre todo humana, fuera de lo común.
El punto de partida de la novela es la muerte de la señora A., la mujer que durante años ha ayudado en las tareas domésticas a la joven pareja protagonista y, desde que fueron padres, ha cuidado también de su hijo. La señora A. era una viuda algo maniática, preocupada por cosas que la pareja no entendía, pero su enfermedad, el largo, cruel y finalmente inútil tratamiento y su muerte los sume en la perplejidad. Además, ese contacto con la parca les lleva a pensar sobre sí mismos, su futuro como pareja y su proyecto vital.

Narra Giordano una historia que a juzgar por la nota con la que arranca es más o menos real, y llama la atención el relato descarnado, sin la menor concesión, que hace de los últimos días de la señora A. y de cómo los vivieron quienes la rodeaban. El narrador es físico -como el autor- y su aproximación a la muerte está hecha casi con la precisión y la distancia del científico, como si despojando de connotaciones humanas a la víctima de la enfermedad fuera posible aminorar el vacío por la ausencia. O como si esa distancia contribuyera a explicar mejor al hijo pequeño qué es eso de la muerte, cómo es posible que no vaya a ver nunca más a esa persona con la que jugaba, que le hacía la comida y velaba sus sueños. Si su primer libro se refería en la portada a los números primos, en este podría haber titulado con algo sobre los sentimientos que desata un hecho tan puramente biológico como la muerte. Al fin y al cabo, todos somos seres formados por células y sueños.

FUENTE:        EL CORREO.com



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