Cabaret y "presos políticos" en los Premios Ciutat de Palma
Los bailarines rodean a Bernat Molina durante el número de 'All that jazz'. JORDI AVELLÀ
La gala giró en torno a 'Chicago' y premió a Francesc Puigpelat en novela y en poesía a Carles M. Sanuy, quien dedicó el galardón a 'los Jordis' y los encarcelados del gobierno de Puigdemont
Los Ciutat de Palma desmintieron ayer el refrán de que no hay dos sin tres y firmaron una gala de regreso al pasado; de espectáculo sin ritmo y deslavazado. Ni rastro del arranque espectacular de Jimmo Crocceti o del buen gusto con el homenaje a Bonet de San Pedro. La línea argumental ayer era un cabaret -a cargo de Bernat Molina, Marian Lush y Alexandra Muñoz- que abrió -tras la música de la Banda Municipal de Palma- con una versión en catalán del All that jazz de Chicago. El golpe de efecto era dejar en el escenario como parte de la coreografía al concejal de Cultura, Llorenç Carrió, que sacó pecho de la gestión cultural del Ayuntamiento de Palma en 2017. Lo hizo incluso de la reconversión del Casal Solleric, pese a su descabezamiento y al esperpético concurso público para elegir director.
Los premios de letras recayeran en dos escritores nacidos en el mismo pueblo leridano (Balaguer) y en el mismo año (1959). Fueron juntos al colegio y ahora pueden colocar en la vitrina su Ciutat de Palma. Francesc Puigpelat lo ha logrado entre los nueve candidatos -los manuscritos presentados siguen bajando- por L'amant de Rebis, un híbrido entre la novela negra más clásica y el género fantástico. Tiene como protagonista a una detective privada de la Barcelona de 1936, decisión puramente literaria para sortear el tópico del tipo con gabardina, sombrero y pitillo eterno.
Carles M. Sanuy recogió el premio por L'ordre de les coses, un conjunto de sonetos en lenguaje coloquial, y bromeó con que su compañero y él fueran de Balaguer: «No es una casualidad sino un plan para iniciar la reconquista de Mallorca». A continuación dedicó el premio «a los presos exiliados y represaliados», en referencia a los jordis y los miembros del gobierno de Puigdemont. Y añadió: «No estáis solos, va por vosotros». Se llevó el aplauso más sonoro de la noche en el Teatre Principal de Palma.
Los premiados junto a los representantes políticos. JORDI AVELLÀ
Bel Fullana venció en Artes Visuales gracias al cuadro de gran formato Marquinha. Eufórica, posó con el premio en la cabeza. «Me hace feliz que haya ganado una pintura, y además mía», dijo ante un público cómplice por su sinceridad. Se lo dedicó a su novio «por soportar el olor a aguarrás». Se agradeció algo de humor espontáneo.
El mejor gag de la gala fue involuntario, fuera de guion. Joan Cabot recogió el premio de Música en nombre de Joana Gomila por su disco Folk Souvenir. Acercó el móvil al micrófono para que se oyera un audio interminable de la artista. Y de todo su equipo. O de buena parte de él. Los asistentes reían ante el absurdo mientras muchos también habían echado mano de su propio teléfono a la espera de que aquello terminase.
Para que Joan Fullana agradeciera el premio de Artes Escénicas por Comviure hubo que mover el atril desde una esquina, aunque él, irónico y rápido, dijo que «el rincón es donde está» esa disciplina. Luego el dardo fue para los políticos. «Los de la primera fila os podéis dar prisa [en ver la obra] porque os gustará mucho». Comviure encara los problemas para acceder a una vivienda y lo relaciona con el alquiler turístico.
El Guillem Sagrera de Arquitectura reconoció el trabajo de Duch Pizà Flores Prats en la rehabilitación del Casal Balaguer, mientras que Andrés G. Leiva fue premiado por el cómic Uno de esos días, una historia costumbrista ambientada en un barrio del extrarradio en la década de los 80.
Bel Fullana posa con la obra ganadora. JORDI AVELLÀ
Miguel Eek se impuso en Audiovisuales con el documental Vida i mort d'un arquitecte, que repasa la figura de José Ferragut, homosexual hallado muerto en 1968 sin que se resolviera el caso y después de haberse enfrentado a políticos y especuladores.
Guillem Aloy ganó con una investigación que relaciona la arquitectura con los espacios escénicos y la memoria de la ciudad.
El alcalde Antoni Noguera enumeró los equipamientos culturales de Palma, que dividió en dos ejes geográficos y celebró la exhumación de 14 cadáveres en la fosa de Porreres. «Las instituciones tenemos el deber de preservar la memoria colectiva, de escribir y completar la historia de nuestra sociedad, aquellos fragmentos del relato hurtados por la dictadura», afirmó en un parlamento interrumpido por los aplausos.
Los premiados
El Ayuntamiento de Palma entregó ayer los premios Ciutat de Palma, que reconocen los siguientes trabajos:
NOVELA. Francesc Puigpelat se ha impuesto en el Llorenç Villalonga de novela (26.000 euros) con L'amant de Rebis, una novela policíaca con elementos del género fantástico. La protagonista es Clara Capell, una detective privada en la Barcelona de 1936 que investiga la relación entre una familia adinerada y dos gemelos, Albert y Clara Llopis. El Rebis del título es un andrógino, «un ser humano perfecto, hombre y mujer, ser originario a la imagen de Dios que guarda relación con los gemelos», adelanta el autor.
La protagonista es una mujer por «posibilidades narrativas» porque un hombre detective hubiera supuesto «arrastrar todos los tópicos de la novela negra de los últimos 80 años».
Capell es «divertida y sarcástica como el Philip Marlowe de Chandler», autor referencial también en el estilo de una novela «con mucha acción y diálogos ágiles».
Puigpelat ha escrito deliberadamente una obra de esquema clásico con una protagonista «muy fuerte y con mucha personalidad» que vertebra la historia. «Mis novelas anteriores habían fracasado. Tenían personajes antipáticos, duros y con un lado oscuro muy marcado. Desde el principio quise que Clara Capell fuera muy vital, un canto a la vida; alguien solar y luminoso que aspira a ser feliz y es feliz, incluso en los momentos más difíciles».
POESÍA. Carles M. Sanuy Bescós (Balaguer, 1959) ha recibido el Joan Alcover de Poesía por L'ordre de les coses, «una treintena de sonetos blancos, con rima acentual, escritos en lenguaje absolutamente llano y coloquial, incluso con algún exabrupto», explica su autor. «Es un juego que llamo sonetos en prosa pero sometidos a estructura métrica y con cierta rigurosidad», añade. Enlaza con su poemario La ciutat i els homes (2009), segunda incursión en poesía discursiva, pese a que Sanuy procede de la tradición simbolista. La poética no varía, sino que ofrece registros estilísticos distintos.
La decadencia de los entornos humanos y los temas sociales de La ciutat i els homos están aquí llevados más al detalle. Hay un «acercamiento puntual a la muerte y a la decadencia personal» que contrasta con una última parte más lúdica y festiva. Ahí los poemas van, por ejemplo, sobre cómo un saxofonista acaba vomitando sobre el público en un concierto de jazz o cuál es la experiencia de comer gazpacho en Cadaqués cuando sopla la Tramontana.
ARTES VISUALES. Bel Fullana ha ganado el Antoni Gelabert de Arts Visuals (12.000 euros) con Marquinha, un lienzo de gran formato que muestra a una mujer «salvaje, feliz y sin presiones sociales en mitad de la naturaleza». La obra tiene las señas de identidad de Fullana: la fuerza del trazo, el aire salvaje, la irreverencia y también la socarronería de un personaje que, pese a encontrarse en mitad de la selva, adopta el bronceado rectilinio que arrasa en Brasil. Allí, las mujeres simulan un bikini con esparadrapo para fijar las marcas del sol de forma geométrica y muy precisa. Bel Fullana trabaja desde el impulso y la intuición, sin premeditación. La mancha lleva al cuadro. En Marquinha, una obra de autoafirmación, el «misticismo irónico» y la reivindicación de la libertad (también creativa) se impone sobre cualquier atisbo de crítica social.
AUDIOVISUAL. Miguel Eek Quesada (Madrid, 1982) ha ganado el premio de Audiovisuales (10.000 euros) con Vida i mort d'un arquitecte, documental que traza un perfil sobre José Ferragut, hallado muerto en 1968 en un descampado y cuyo caso se cerró por falta de pruebas. «Era una historia con gran potencial por misterio, de injusticia social cuando la homofobia era un fenómeno europeo. Queríamos entender qué significaba ser homosexual en Mallorca en esa época», explica Eek sobre la vida silenciada del arquitecto del edificio de Gesa y La Porciúncula. «Ferragut fue, además, de los primeros en señalar los peligros de no regular el territorio y de luchar contra la corrupción», elementos que contribuyen a plantear el documental con elementos casi de thriller.
El Ciutat de Palma corona la trayectoria de un trabajo exhibido en 14 festivales internacionales, premiado por su guion y que «pone en valor» la figura y obra de un hombre «introvertido y deprimido» que sufrió la homofobia de la época y tuvo como enemigos a «políticos y urbanizadores».
ARQUITECTURA. El equipo formado por Francisco Pizà, María José Duch, Eva Prats y Ricardo Flores ha recibido el Guillem Sagrera de Arquitectura por la rehabilitación integral del Casal Balaguer. El jurado ha valorado que la intervención haya recuperado los valores del casal original con una «actuación valiente y sin renunciar a la arquitectura contemporánea».
CÓMIC. Andrés G. Leiva (Córdoba, 1959) ha ganado en la categoría de cómic (10.000 euros) por Uno de esos días, que cuenta una historia costumbrista en los años 80 con detalles de realismo mágico y «una profunda carga emocional y social», según destacó el jurado. El proyecto ofrece una mirada nostálgica donde «se construye el pasado de un niño del extrarradio y su gente».
ARTES ESCÉNICAS. Una obra sobre las dificultades para acceder a la vivienda ha valido a Diego Ingold, Joan Fullana y Juan Tomás Martínez el premio de Artes Escénicas (6.000 euros). Comviure invita a reflexionar sobre las formas de convivencia que genera el problema de la vivienda y sobre temas como el modelo turístico, la pobreza, el miedo a la soledad o la gentrificación.
MÚSICA. El Bonet de Sant Pere (6.000 euros) ha recaído en Bubota Discos por Folk Souvenir de Joana Gomila. Partiendo de las resonancias de la música popular mallorquina, Gomila busca nuevos sonidos e incluye , por ejemplo, samples de payeses, niños y abuelos.
INVESTIGACIÓN. Guillem Aloy Bibiloni ha sido reconocido (6.000 euros) por Atles d'arquitectura teatral a Palma. Ciutat, arquitectura i espai escènic, que relaciona la arquitectura de los espacios escénicos, la trama urbana y la memoria de la ciudad.
FUENTE:
LOS CAZADORES DE CONCURSOS LITERARIOS XLIII-XLIV-XLV (OCTUBRE
2017) Publicado el concurso, el sábado
2 de septiembre del 2017 en el Blog.