martes, 30 de agosto de 2016

GANADOR DEL XXXVI CERTAMEN POÉTICO INTERNACIONAL ORDEN LITERARIA "FRANCISCO DE QUEVEDO" (España)

Ya se conoce el fallo del jurado del XXXVI Certamen Poético de la Orden Literaria Francisco de Quevedo

 Ya se conoce el fallo del jurado del XXXVI Certamen Poético de la Orden Literaria Francisco de Quevedo

El pasado 23 de julio se reunía el jurado del XXXVI Certamen Poético de la Orden Literaria Francisco de Quevedo de Villanueva de los Infantes, compuesto en esta ocasión por Miguel Blasco Alberite, Periodista, Escritor, Ex-director General de Canales Temáticos y de los Centros Territoriales de TVE; Juana Pinés Maeso, poeta, escritora y ex-presidenta del Grupo Literario Guadiana; Antonio Gómez Rufo, escritor, director y guionista de cine y teatro; Juan José Guardia Polaino, Poeta, Ex-presidente del Grupo Artístico-Literario “El Trascacho” y Gran Maestre de la Orden Literaria y Presentación Pérez González, poeta y Escribana Mayor de la Orden Literaria, que actuó como secretaria.
Después de leídos y analizados los 450 trabajos presentados acordaron conceder el Premio Don Francisco de Quevedo, con investidura de Gran Comendador, entrega de pergamino y 900 euros al poema “Retirado en la paz de estos desiertos” el poeta se duele de sí mismo, cuyo autor resultó ser el poeta, Ricardo Bermejo Álvarez, natural de San Fernando (Cádiz).
Premio Tema Libre, dedicado al poeta Rafael Simarro, con investidura de Comendador, entrega de pergamino y 600 euros al poema titulado “Testimonial”, del poeta, José Pozo Madrid, natural de Tomelloso (Ciudad Real).
Por último, Premio “El Buscón”, para menores de treinta años, con investidura de Caballero, entrega de pergamino y 300 euros, al poema presentado bajo el título “La Línea del poeta”, de Willinton Triana Cardona, de nacionalidad colombiana y residente en Villaquilambre (León).
La Orden Literaria “Francisco de Quevedo”, con el patrocinio del Ayuntamiento de Villanueva de los Infantes, celebrará la entrega de premios el viernes 26 de agosto a las 21:30 horas en los claustros del Convento de Santo Domingo. El acto, que cada año transcurre según ceremonial de usos y costumbres del Siglo XVII, contará como mantenedora con Isabel Ordaz, actriz y poeta.


FUENTE:  


LOS CAZADORES DE CONCURSOS LITERARIOS XXX (JUNIO 2016) Publicado el concurso, el domingo 24 de abril del 2016 en el Blog. 



GANADOR DEL XXI EDICIÓN DEL CERTAMEN LITERARIO SANTOÑA… LA MAR (España)

El autor leonés Manuel Arrontes Junquera ganador de la XXI Edición del CERTAMEN LITERARIO SANTOÑA... LA MAR



SANTOÑA / El autor leonés Manuel Arrontes Junquera, con el cuento Marmite, resultó ganador de la XXI Edición del Certamen Literario Santoña… la mar de relato corto de tema marino, a la que se han presentado 252 trabajos procedentes de España, Europa, Hispanoamérica, Estados Unidos e Israel. 

Este primer premio tiene una dotación económica de 2.000 euros. El fallo se hizo público el pasado sábado 27 de agosto en un acto celebrado en el Teatro Liceo de Santoña, que contó con la presencia del alcalde de la villa, Sergio Abascal Azofra, la titular de la Comisión de Cultura María Román Sanz (presidenta sin voto del jurado), y de los finalistas, además de los miembros del Jurado y numeroso público.

Los otros dos galardonados con sendos Accésit (500 euros cada uno) fueron Juan Carlos Pérez López, residente en Sevilla, con el cuento Un giro inesperado, y el escritor vallisoletano Francisco Javier Suárez de Vega, con El más “glorioso” secreto del Monte Buciero.

El jurado estaba compuesto por María de los Ángeles Asensio de la Sierra, profesora de español; Javier Bonet Maza, profesor; Dionisio García Cortázar, profesor, escritor; José Luis Gutiérrez Bicarregui, profesor, escritor; Isabel Rivas Sánchez, artista plástica; José Martín Solaeta Pérez, arquitecto técnico, escritor, y Elena Vega Rivas, arqueóloga y editora.

El ganador recibió un Premio de 2.000 €, y los dos Accésit 500 € cada uno, más los respectivos trofeos acreditativos. En abril de 2017 se presentará el libro con los relatos ganadores y otros dos más que a juicio del Jurado reúnan los méritos suficientes. 



FUENTE:   



LOS CAZADORES DE CONCURSOS LITERARIOS XX (JUNIO 2016) Publicado el concurso, el viernes 8 de abril del 2016 en el Blog. 


GANADOR DEL XIV PREMIO DE ENSAYO E INVESTIGACIÓN “FAUSTINO ALONSO GOTOR” (España)

JUANJO CRESPO GANADOR DEL PREMIO DE ENSAYO FAUSTINO ALONSO GOTOR "ESTUDIANTES"


Villena, La Troya sábado 27 de agosto de 2016... Juan José Torres, colaborador de El Periódico de Villena, ganador del Premio de Ensayo Faustino Alonso Gotor, convocado por la Comparsa De Estudiantes de Villena, por un trabajo sobre El Café de las 12 y sus integrantes. ¡Enhorabuena, Juanjo! Estamos deseando leerlo.



Foto... Antonio Gómez  


FUENTE:    VILLENA CUÉNTAME



LOS CAZADORES DE CONCURSOS LITERARIOS XVII (JUNIO 2016) Publicado el concurso, el viernes 8 de abril del 2016 en el Blog.  

GANADOR DEL XXI CERTAMEN ARTÍCULO PERIODÍSTICO "JUAN TORRES GRUESO"

“Me parece una heroicidad que Tomelloso haya mantenido la Fiesta de las Letras estos años”

 

Entrevistamos a Daniel María, ganador del XXI Certamen Artículo Periodístico “Juan Torres Grueso” de la Fiesta de las Letras


Daniel María 
Daniel María es el ganador de del premio del XXI Certamen Artículo Periodístico “Juan Torres Grueso” por el artículo titulado “El año de Cervantes” publicado en la revista digital “La Tarántula”. Daniel Vicente Hernández María, de La Gomera, es actor, escritor y guionista. Colabora en Tarántula, Fogal, Revista de la Academia Canaria de la Lengua, Qué Leer y El Perseguidor, entre otros medios.
En 2013 obtuvo el Premio Paco Rabal de Periodismo Cultural Joven Promesa y el Premio de Periodismo Leoncio Rodríguez. Autor de los poemarios Hilo de cometa (2009) y Flor que nace en los raíles (2015), El libro de cuentos (De)función cómica (2009), El Estudio El caso de la película imposible: El extraño viaje (2011) y las novelas El hombre que ama a Gene Tierney (2013), Premio de Edición Benito Pérez Armas, y Un crimen lejos de París (2014). Posee, entre otros, el Premio Internacional Jóvenes de la Macaronesia de Poesía (2005) y el Premio Félix Francisco Casanova de Poesía (2007).
PREGUNTA: —La primera pregunta va a ser a bocajarro, ¿por qué Cervantes situó al Quijote en La Mancha?
REPUESTA: —Supongo que la hidalguía de don Quijote necesitaba de un espacio aislado, donde sus lecturas apasionadas encontraran la paz y el sosiego que le permitieran crear su mundo tan libre, aunque no faltó quien dudara de su cordura.
P: —¿No le parece que es una pena que en España se esté dejando pasar sin pena ni gloria el IV Centenario de la muerte de Cervantes? ¿A qué cree que se debe?
R: —La pena, en este caso, es la antesala de la decepción. Se debe, sobre todo, a que la comunidad política está formada, en gran medida, por esa masa no lectora que tenemos en España; y de entre esa mesa, qué duda cabe, la peor es la que nos gobierna.
P: —En “El año de Cervantes” dice usted que en La Mancha hay dos modos de vivir la lectura…
R: —Me refiero a que se puede leer en La Mancha con los ojos en el libro o adentrándose en su paisaje. Es lo mismo que le ocurrió a don Quijote. Para vivir la aventura de sus lecturas se lanzó al paisaje de La Mancha.
P: —En el artículo destaca a un tomellosero ilustre, José López Martínez.
R: —Me parece encomiable dedicar parte de la vida a ofrecer lecturas e investigaciones en torno al Quijote. Eso demuestra su pasión y su inagotable fascinación por la obra. Admiro a los humanistas, y López Martínez es uno de ellos.
P: —Una cuestión tópica, ¿qué ha supuesto para usted el premio Juan Torres Grueso de periodismo?
R: —Supone, como todo galardón, un impulso importante. El oficio de la escritura es una labor solitaria, que exige cierto aislamiento, y ver recompensado el esfuerzo es muy grato. Estaré siempre agradecido a los miembros del jurado y al Ayto. de Tomelloso por continuar convocando el premio.
P: —Por cierto, ¿sabe quién era Juan Torres Grueso?
R: —Reconozco que hasta encontrar las bases del premio no sabía quién era. Pero enseguida busqué referencias suyas. Nunca me presento a un premio, sobre todo si lleva el nombre de alguien, sin estar seguro de que la trayectoria de esa persona puede tener alguna correspondencia con mis inquietudes o sensibilidad. Lo primero que me atrajo de Torres Grueso es que escribió en periódicos y era poeta, como es mi caso. Luego, al leer algunos textos suyos, me convencí. Solo por ese verso de Torres Grueso que dice “la nostalgia del aire / sin aire, que no llega“, me honra mucho haber sido premiado con su nombre.
P: —¿Conoce Tomelloso?
R: —Todavía no, pero esta oportunidad la voy a aprovechar muy bien.
P: —La ciudad tiene fama de ser una suerte de Parnaso, hay artistas y escritores como en ningún lugar, o eso dicen.
R: —Y tienen razón: Torres Grueso, López Martínez, Eladio Cabañero, Antonio López (tío y sobrino), García Pavón… La lista continúa, y solo con los nombrados ya es asombroso el talento.
P: —¿Qué le parece que nuestra ciudad haya mantenido durante 66 años esta celebración a las artes que es la Fiesta de las Letras?
R: —Me parece una heroicidad. Me alegra formar parte de ella en esta edición.
P: —Periodismo, poesía, narrativa, le da a todos los palos. ¿En cuál se encuentra más cómodo?
R: —Cómodo me encuentro en todos, pero creo, o al menos esa es mi actitud, que soy un poeta que hace otras cosas: narra, cuenta, interpreta, investiga, analiza, lee…
P: —¿Nos puede contar cuáles son sus proyectos más inmediatos?
R: —El más inmediato es la publicación en septiembre, en la editorial Baile del Sol, de El misterio de los filiichristi de Agulo. Se trata de una investigación, en la que he estado inmerso dos años, sobre los filiichriti, una congregación teosófica que surgió en mi pueblo, Agulo (La Gomera), en los años veinte del pasado siglo. Escribieron novelas, poemarios y artículos donde reflejaron su interés por las ciencias ocultas, el esoterismo, la masonería, la sabiduría oriental… Tras casi noventa años olvidados, he podido rescatar sus obras, sus avatares y destinos. Una historia que bien podría haber sido una novela, y que estoy ansioso por compartir con el público.
P: —A pesar de la distancia, ¿vendrá a Tomelloso el 30 de agosto?
R: —Sí, estaré en la gala y disfrutaré de la ciudad. Quiero expresar públicamente mi agradecimiento al pueblo de Tomelloso, que tan generoso ha sido conmigo.
FUENTE:   enTomelloso.com



LOS CAZADORES DE CONCURSOS LITERARIOS IV (MAYO 2016) Publicado el concurso, el lunes 29 de febrero del 2016 en el Blog. 


GANADOR DEL XIX PREMIO DE NARRATIVA “FRANCISCO GARCÍA PAVÓN”, PREMIO LOCAL DE NARRACIONES "FELIX GRANDE", PREMIO DE POESÍA "JOSÉ ANTONIO TORRES", PREMIO LOCAL DE POESÍA "ANGEL LOPEZ MARTINEZ" Y DEL XIX PREMIO DE POESÍA "ELADIO CABAÑERO.

Premios literarios de la LXVI Fiesta de las Letras Ciudad de Tomelloso


La LXVI edición de la Fiesta de las Letras de Tomelloso ya tiene ganadores. El jurado se reunió el lunes, como ya es tradición, en el Museo López Torres para dar a conocer el fallo de los premios de narración y poesía de este prestigioso certamen. El jurado de poesía estuvo formado por Guadalupe Grande, José Estebán, Almudena Guzmán y Luis Alberto de Cuenca, que no pudo estar presente en la rueda de prensa. 
El editor Jesús Egido, David G. Panadero, Juan Bolea y Pablo Sebastián formaron el de narrativa.
El concejal de Cultura, Raúl Zatón, que presidio el tribunal, destacó que los certámenes literarios de la Fiesta de las Letras van creciendo, año a año, en número de trabajos presentados. Ello supone, señalaba el concejal, una ardua faena para el jurado, por lo que dio las gracias a sus miembros su dedicación a este certamen al que el Ayuntamiento, dijo,  seguirá dando el empuje que sea necesario.
El premio de poesía “José López Martínez” ha correspondido por unanimidad a “El sobre” de Cristina Pérez Escribano, de Villanueva de los Infantes, pero residente en Tomelloso. José Esteban defendió que se trata de un poema muy cotidiano, con tintes vallejianos. Es un diálogo muy sencillo, explicó el poeta, entre una madre y una hija porque el sobre que el padre trae todos los meses con el jornal y que tan bien guardaba la mamá que nunca aparecía. Se trata de un poema que se lee muy bien, con un lenguaje rico y que conoce muy bien la cotidianeidad.  
Guadalupe Grande, que fue la encargada de anunciar el premio de poesía “José Antonio Torres”, dio las gracias al Ayuntamiento de Tomelloso por mantener y sostener esta iniciativa cultural, tanto poética como novelística, imprescindible en estos momentos. El premio, dotado con 2.000 euros, recayó en Isidro Martínez Rodríguez, de Jaén por el poema titulado “Samsa”, también por unanimidad.  Es un poema muy sencillo pero delicadamente intenso, explicó Grande, en el que se habla del proceso de metamorfosis en una conciencia que empieza a despertar.
María Teresa Amondarain, de Madrid, ha obtenido por mayoría el premio de poesía “Eladio Cabañero”, dotado con 4.500 euros y edición de la obra por “La Reina Maga del temprano ombligo”. Almudena Guzmán, que justificó el premio, destacó que se trata de una obra original, que en determinados instantes es una voz subversiva  y dura. Guzmán leyó un poema de la obra, “Jabón de Lagarto”.
Los premios de narrativa se otorgaron por unanimidad, explicó Jesús Egido, quien anunció que el premio local de narraciones “Félix Grande”, dotado con 1.000 euros,  correspondió a Cristina Pérez Escribano por el relato “El abuelo tiene callos”, también ganadora del premio local de poesía.  Se trata de un cuento bien estructurado que trata sobre la incidencia de la vejez, no solo en un abuelo, también en su nieto que es quien lo cuenta, explicó el editor.
Por último el XIX  Premio de Narrativa “Francisco García Pavón” dotado con 7.500 euros y edición de la novela ha correspondido a Virginia Aguilera por “Falansterio”. Aguilera es una autora que ha obtenido importantes premios y en la novela premiada un juez ciego y una mujer que le sirve de lazarillo investigan la desaparición de una persona en una comunidad de las teorizadas por el socialista utópico francés Charles Fourier en el siglo XIX.  Además del gran desarrollo histórico de la novela, bajo la supuesta apariencia de verdad se esconde un terror prácticamente gótico, destacó el editor.   


FUENTE:     Resultado de imagen de LOGO DE LANZA DIGITAL



LOS CAZADORES DE CONCURSOS LITERARIOS III-IV (MAYO 2016) Publicado el concurso, el lunes 29 de febrero del 2016 en el Blog. 

jueves, 25 de agosto de 2016

MICHEL BUTOR: "escribir es destruir las barreras".

Michel Butor, fundador de la "nueva novela" francesa

 

Portada del libro Anthologie nomade


París. El prolífico escritor francés Michel Butor, uno de los fundadores de la llamada "Nueva novela" francesa al lado de Alain Robbe-Grillet y Claude Simon, murió el miércoles a la edad de 89 años, anunció su familia al diario Le Monde.
La muerte del Butor, premio Renaudot 1957 por La Modificación fue confirmada por la casa editora Gallimard.
El escritor falleció en el hospital de Contamine-sur-Arve, en Alta Saboya (este), según Le Monde. Para los críticos, Butor, autor de numerosos libros en diversos géneros, hizo estallar las estructuras narrativas con La Modificación. Sus libros, ensayos, poesías, eran inclasificables. Con motivo de una exposición que le consagró la Biblioteca Nacional de Francia (BNF) en 2006, Butor declaró que "escribir es destruir las barreras". En 2013, fue galardonado con el gran premio de literatura de la Academia francesa.
Butor logró fama internacional y su obra era estudiada en Francia y en el extranjero, especialmente en Estados Unidos.
Nacido el 14 de septiembre de 1926 en Mons-en-Baroeul (norte), hijo de un inspector ferroviario, Michel Butor, diplomado de estudios superiores de filosofía y doctor en letras, se desempeñó en una doble carrera como escritor y profesor.
Enseñó en el extranjero en Egipto, Inglaterra, y Grecia (1954-1957) y publicó su primera novela Pasaje Milán en 1954, seguida de El empleo del tiempo, en 1956.
En 1958 se instaló en París, donde se desempeñó como lector de Gallimard hasta 1968, y viajó después a Estados Unidos, Japón y Australia, países entre otros que serán sus principales fuentes de inspiración.
Su obra Mobile (1962), es una interpretación de Estados Unidos inspirada en los la obra de Calder, y Boomerang (1978), libro en tres colores y tres tramas narrativas. Su obra rompe con las fronteras de los géneros literarios.
Enseñó en las universidades de Vincennes (1969), Niza (1970-1973) y en Ginebra (Suiza), donde fue profesor de lengua y literatura francesa moderna de 1975 a 1991.
Michel Butor publicó en 1996 El Giroscopio, último tomo de su ciclo El genio del lugar, compuesto por cinco ensayos consagrados a sitios geográficos y obras de arte. También es autor de Repertorio literario, libro que reúne análisis críticos de los clásicos franceses, desde Rabelais a Zola.
En 2006, las Ediciones de La Différence iniciaron la publicación de sus obras completas.
Padre de cuatro hijas, Michel Butor realizó varios libros de entrevistas, entre ellos Curriculum vitae (1996) y Entrevistas, cuarenta años de vida literaria (2000).
Su última obra, publicada hace unos meses, estaba consagrada a Victor Hugo en la colección Los autores de mi vida(Buchet-Chastel).



FUENTE:   


SUSANA Y FERNANDO MORENO ORTIZ: “Poiesis” y “Escribir, escribir, no sé qué mas”

Hermanos Moreno Ortiz regresan con poemarios

 Hermanos Moreno Ortiz regresan con poemarios  - El Mercurio de Cuenca Noticias Tiempo  Ecuador Azuay

Susana y Fernando Moreno Ortiz muestran sus obras “Poiesis” y “Escribir, escribir, no sé qué mas”, que se lanzarán el primero de septiembre en la Sala de Conciertos. PSR

Los autores publican sus textos; la guerra, la inquietud por la vida, por la creación, están presentes.
Susana y Fernando Moreno Ortiz, escritores, han trabajado sus nuevos poemarios: “Poiesis” y “Escribir, escribir, no sé que más”, obras que serán presentadas el primero de septiembre próximo en la Sala de Conciertos de la Casa de la Cultura, (Presidente Córdova y Luis Cordero).
Tras editar siete libros de poesía y textos para niños, además de un ensayo sobre la literatura de Eugenio Moreno, Susana Moreno vuelve a presentar un poemario, con textos escritos entre 1993 y 2005, esta vez su “Poiesis” trae 24 textos poéticos.
Son textos en los que se plantea la paz, el dolor por la guerra, una guerra que se se hace desde la distancia, con el empleo de la tecnología, pero que igual causa destrucción, muerte y penalidades, expresa la autora.
“Ángeles caídos/ gimen por los inocentes…/ En el aire de la noche solo anida el desamor…” y en otro texto: “cada fosa,/ un poema inacabado./ Cada luna/ una lágrima que cuelga,/ de Dios”.
Los textos dejan ver desasociego, dolor: “Dónde están, me cansé de buscar,/ seres de luz, despiertos.// Ramas de olivo en las aguas,/ y rondas de palomas en los cielos.//”, escribe y también: “Si no encontramos la luz./ Algún día girarás sin vida,/ seguirás tu huella/ dejada en el espacio”.
Lo que es la poesía, un texto dedicado al compositor Edvard Grieg, textos que evocan el amor y a la naturaleza, otro más al Tomebamba, completan el poemario.
También, para el suyo, Fernando Moreno retoma textos producidos hace algún tiempo. Su tono es buscar el sentido de la vida, trabajar con el lenguaje, incluso con la métrica, el valor de las palabras, la búsqueda del creador, en un estilo particular.
Los poemas giran entre una voz existencial y otra romántica, sin que falte alguna reflexión social o religiosa: “Si niegas una palabra/ pierdes la poesía//”; “El pensamiento es/ muerte/ Pero la mirada/ le da vida…”, escribe en uno de los textos.
Este es el quinto libro del autor, después de los títulos “Rebelión del hombre sin camisa”, “Testigo de la tarde”, “Estación de vida” y “Esencia del tiempo”, publicados entre 1990 y 1995. (AVB)-(I)

El DETALLE
– Los dos autores tienen una actividad literaria que se formó en los talleres de expresión literaria del Banco Central, en 1989. Ambas obras que se presentarán fueron impresas en la editorial “Grafimundo”.
   


FUENTE:  Diario El Mercurio – Cuenca Ecuador Vía @mercurioec


FEDERICO GARCÍA LORCA

García Lorca, capítulo inconcluso


Los restos mortales siguen sin aparecer. Se han realizado excavaciones en el sitio del fusilamiento y sus alrededores —una en el 2009, otra en el 2014— y nada todavía




El poeta Federico García Lorca. Foto: Archivo

El asesinato de Federico García Lorca en la madrugada del 19 de agosto de 1936 es un capítulo inconcluso en la historia contemporánea de España.
Ensañamiento, insensibilidad, ale­vosía, impunidad, no caben otras palabras. Por más que haya plazas, calles y centros culturales que lleven su nombre, por más que sus obras de teatro se representen y publiquen sus versos, la memoria del poeta clama por justicia.
No se trata de Federico, sino de todas las víctimas del odio, del ataque a la razón que anticipó en la península ibérica los cercanos horrores del fascismo durante los años de la Segunda Guerra Mundial.
“El crimen fue en Granada, ¡en su Granada!”, expresó con dolor An­to­nio Machado. En una Granada donde entre julio de 1936 y marzo de 1937 fueron fusilados 4 000 ciudadanos por el solo hecho de simpatizar con la República. En toda España, co­mo consignó un auto hecho público el 15 de octubre del 2008 en la Au­diencia Nacional, la cifra de desapariciones forzadas entre el 17 de julio de 1936 y diciembre de 1951 —o sea, durante la guerra y un lapso considerable de la dictadura— as­cendió a 114 266 personas.
Esos dígitos importan más que los puntuales responsables de la muerte del poeta. La desmemoria que padecen esos muertos de nadie es un disparo más contra el cuerpo de Federico en la noche de Viznar.
El que lo denunció ante las autoridades escribió: “Ha hecho más da­ño con la pluma que otros con la pistola”. Uno de los ejecutores se jactó de haberle metido dos balazos por el trasero. Nombres que no voy a citar esta vez, pues solo cabe en estas líneas el nombre de Federico.
Con el paso del tiempo, la dictadura intentó desentenderse de tan espinoso problema. El biógrafo del bardo, Ian Gibson, ha señalado: “Has­ta la muerte de Franco, el asesinato de Lorca siguió siendo un problema para el régimen”.
Los restos mortales siguen sin aparecer. Se han realizado excavaciones en el sitio del fusilamiento y sus alrededores —una en el 2009, otra en el 2014— y nada todavía.
Pretendieron ahogar la voz de la poesía, demoler un símbolo. Y el símbolo es hoy, aún sin justicia, muchísimo más grande que ellos mismos.
Vicente Aleixandre lo recordó en su día: “No he conocido a nadie que tuviera el don de la expresión humana viva, de la presencia, como lo tenía aquel extraordinario ser que era Federico”.
Expresión que se multiplica en el canto popular de los seres de su tierra cuando tañen la guitarra. Ya su hermano de sones y baladas, el cubano Nicolás Guillén, lo intuía cuando escribió en unos versos: “Iban verdes, recién anochecidos; / en el duro camino invertebrado / caminaban descalzos los sentidos./ Alzóse Fe­de­rico, en luz bañado. / Federico, Granada y Primavera./ y con luna y clavel y nardo y cera, / los siguió por el monte perfumado”.
García Lorca no se rinde. La criatura que alguna vez dijo “como no me he preocupado de nacer, no me preocupo de morir”, también nos de­jó en su legado estas palabras: “No soy un hombre, ni un poeta, ni una hoja, sino un pulso herido que presiente el más allá”.
  


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RAFAEL ÁNGEL HERRA: 'Artefactos'

Entrevista con el escritor Rafael Ángel Herra sobre su último libro, 'Artefactos'


En su último libro, el escritor tico toma el punto de vista de 111 instrumentos mudos: los dramas de la brújula, las escaleras, una bolsa de basura y hasta los conflictos existenciales del papel higiénico.


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El escritor Rafael Ángel Herra se inspiró en una anécdota propia para su nuevo libro de cuentos. (ALBERT MARÍN)

En su último libro de relatos cortos, Artefactos, el escritor Rafael Ángel Herra propone, empático, ponerse en los zapatos de los objetos de los que se sirve el ser humano. El ejercicio suena como el más sencillo de los trabajos literarios: ¿qué tanto puede pensar o sentir una servilleta de papel? ¿Qué preocupaciones podría tener un molino de viento? ¿Por qué el papel higiénico renegaría de su trabajo si es mudo?
"Podría decirse que cada libro que uno se propone es un desafío, en este caso fueron múltiples desafíos. Yo tenía una idea de que todo se iba a hacer sobre instrumentos y su oficio, eso me daba una unidad", explicó el escritor por teléfono en una entrevista con Viva. "Cada cuento es un cuento corto que tiene algo de relato y algo de drama teatral".

El libro, publicado por Uruk Editores, contiene 111 historias desde esas perspectivas: la conciencia humana experimentada por los instrumentos que no tienen conciencia humana.  Algunos de los cuentos serán interpretados por la actriz Yesenia Artavia.

–¿Cómo realizó la selección de los artefactos?
–Es, un poco, la génesis del libro. ¿Cómo se origina? Una vez, con unos amigos alemanes, estábamos en el volcán Poás y me preguntaron dónde estaba el Norte. Dos sacamos el teléfono para ver la aplicación de la brújula y fue una sorpresa porque las brújulas marcaron diferente.
Nos sorprendimos y después nos dimos cuenta de que la cercanía de los teléfonos influyó en la dirección (que marcaron). Observando eso se me ocurrió hacer un cuento sobre una brújula que discrepaba con las demás...
De ahí a que se me viniera a la cabeza una colección de monólogos, microrelatos, casi todos en primera persona, de objetos que hablan de su oficio, no fue más que un paso.
En realidad, el orden en el que están no es el orden de escritura. Nacieron de un mismo impulso todos. Se me iba ocurriendo un tema, otro objeto, o me tanteaba...
La escalera, por ejemplo, fue uno de los primeros. La escalera de pronto puede sentirse humillada porque la pisotean y por eso dice que quisiera no tener peldaños. La gota le tiene miedo al sol porque la pueden evaporar, luego se da cuenta que no puede estar en el libro porque no es un instrumento y se siente desplazada, fuera de lugar.
¿Se imagina? Uno se pone en la situación de los artefactos o instrumentos y termina creyendo que los artefactos viven esas situaciones. No solo era importante el impulso creativo –ir encontrando los temas–, sino escribirlos, creando esa especie de seguridad: que el lector iba a sentir vivos a los instrumentos.
–Usted habla del drama pero los textos tienen mucha comedia negra...
–La comedia negra tiene mucho de drama. En algunos casos es trágico lo que siente el instrumento pero al mismo tiempo resulta humorístico. Ese es uno de los fines de la escritura: lograr esa tensión entre drama y humor.
El punto y coma sufre esa crisis de identidad porque no sabe si es coma o es punto. O bien están esos otros instrumentos que se sacrifican por los demás y su vida acaba cuando cumplen la función, como el purgante o el condón.
–¿La personalización de los artefactos corresponde a problemas humanos?
–El desafío de la escritura de textos así es que parezcan humanos y reproduzcan tensiones humanas, pero que sigan siendo los objetos que hablan, que no pierdan su identidad. De esa identidad surge su tragedia y surge su identificación con tensiones humanas equivalentes.
–¿Qué reflexión espera que saquen los lectores del libro?
–Creo que puede ser muy variada porque depende con cuál instrumento se identifique el lector. Algunos pueden que esten mas cercano que otros. En el fondo, cada relato hace de espejo.
–¿Con qué artefacto se siente más cercano usted?
–Yo, con todos. Con los más dramáticos y menos dramáticos. Con los más humorísticos y lo más soñadores. En algunos hay un rescate, en otros hay una miseria. Todos nos sentimos a veces rescatados y a veces miserables.
–¿Qué lugar tiene este libro en una carrera que ha hecho prosa y lírica?

–El relato corto lo he trabajado desde el principio, entre otras cosas, y me ha gustado. Nunca lo he dejado, aunque he cambiado de género o énfasis.
Desde el tema de la era prodigiosa, que era entre lo fantástico y alegórico, hasta en la ciencia ficción en Viaje al reino de los deseos, en la parodia del realismo en D. Juan de los manjares (estaba) lo poético.
No es que yo haga prosa poética pero trato de refinar mucho el estilo, elevarle el tono como corresponda. En estos relatos a veces se siente casi un tono poético pero con un referente. La poesía lírica no tiene referente externo al texto, pero en este libro siempre hay un referente externo al texto.
El tono lírico es una forma de humanizar más al personaje. El mejor ejemplo es el que uno se imagina imposible convertirlo en poesía: el monólogo del papel higiénico. Es el más poético de todos los microrelatos: quiere salir de la desesperación de su oficio soñando en convertirse en alas de ángel. Algo lo vuelve a la realidad: saber que los ángeles no existen.
Aunque he pasado por diferentes géneros he encontrado distintas maneras de cultivarlo (el relato corto). A veces con recursos míticos, a veces con recursos poéticos y, en otros casos, partiendo de un material realista como estos artefactos y como la fábula de La divina chusma. En realidad estos textos son un paso adelante con respecto a La divina chusma.

FUENTE:   Resultado de imagen de LOGO DE LA NACION DE COSTA RICACosta Rica.


ANDRÉS HOYOS RESTREPO: “Los hijos de la fiesta”

Autor, columnista y editor

“Colombia está a punto de tener su primer acto de madurez”: Andrés Hoyos Restrepo



El escritor habló de su nueva novela, “Los hijos de la fiesta”, una obra que recupera la memoria violenta del país. También conversó de sus gustos y mañas como escritor.


 “Colombia está a punto de tener su primer acto de madurez”: Andrés Hoyos Restrepo
Andrés Hoyos Restrepo en el lugar más íntimo de su casa: su estudio. / Jonathan Ramos

Desde su lugar más íntimo, su casa-estudio, que él mismo describe como un espacio perfecto para escribir, enmarcado por un enorme ventanal que no solo lo ilumina, literalmente, sino que lo inspira a través del verdor del paisaje que le muestra, Andrés Hoyos se expresa a sus anchas del país y, por supuesto, de lo que más le gusta hablar en estos momentos, su nueva novela, Los hijos de la fiesta.
Ambas tramas –la de Colombia y la su último libro– hacen que su rostro irradie un entusiasmo especial y que su voz se eleve enérgicamente. Sus palabras adquieren una fuerza poderosa con la que parece reclamar el deber que tenemos de involucrarnos con los hechos que aquí suceden. “No podemos estar de espaldas como si no pasara nada. Se requiere estar informados y reconocer lo que somos y hemos sido para entonces construir un nuevo país”, expresa fuerte pero sonriente, sentado en su escritorio.
Y es esa la premisa que aborda en Los hijos de la fiesta, una obra que parte de su aguda observación y su vivencia, en donde están presentes la hipocresía, el sarcasmo, el odio y el amor. Asimismo, escudriña temas sobre corrupción, narcotráfico, guerrillas y demás pecados capitales que nos han salpicado.
El narrador de esta historia hace las veces de anfitrión incómodo, tal cual si estuviera presenciando un festejo con el que no está de acuerdo. Es un personaje más de la novela que se acerca al lector para enterarlo con pelos y señales qué hacen, quiénes son, de dónde vienen y cómo afrontan la vida el par de tortolitos protagonistas, Alejandro Salinas e Isabel Linares, dos hijitos de papi y mami, acostumbrados a que el mundo gire a su alrededor y, por cierto, dicho sea de paso, también a esos progenitores les sabremos todos los guardados que puedan tener.
A través de un amplio mosaico de personajes, grandes dosis de humor e ironía, el autor atrapa al lector en su monumental faena narrativa de 885 páginas –no en vano la planeó por casi nueve años–, en las que entreteje la historia central de amor con casi todos los acontecimientos y hechos que marcaron al país durante la segunda mitad del siglo XX. “La escritura es igual que la vida. Se basa en los cruces, en las sorpresas y en las coincidencias”, añade Hoyos.
Esta novela tiene muchos otros componentes importantes. Se nota que fue escrita con música de fondo. Su banda sonora está compuesta por géneros tan dispares como salsa, ranchera, bolero y un exquisito repertorio de música clásica, estratégicamente seleccionada para ambientar los diferentes capítulos. El narrador presume de toda su erudición como melómano y hace gala de su experiencia, cultura y bagaje.
Sin duda, hay libros que son imprescindibles y Los hijos de la fiesta es uno de esos.
Lo que sigue son los fragmentos más significativos de la entrevista:
¿Cuál es su visión actual del país?
Soy un optimista moderado. Con este proceso que se está llevando para alcanzar la paz, creo que estamos a punto de tener el primer acto de madurez en más de cien años. No es la panacea, pero si queremos superar muchas de las heridas que se abrieron el 9 de abril del 48, tenemos que pactar la paz con los grupos guerrilleros. Estamos ante un momento histórico y frente a un componente fundamental para poder avanzar.
Actualmente le preocupa algo que esté pasando en Colombia, por ejemplo, la discusión que existe respecto a la ideología de género… ¿Puede este tema ser una opción para que usted lo desarrolle en una novela?
No, yo no trabajo así. No parto de ideas abstractas. Mis novelas nacen de semillas muy concretas. Nacen de una imagen, de un detalle, de una buena conversación. Si ese detalle es suficientemente rico como para permitirme descubrir a unos personajes interesantes, entonces sí puedo dedicarme a escribir sobre eso.
Si en unos años alguien quisiera entender la historia del país, ¿cree usted que debería leer “Los hijos de la fiesta”?
No escribí esta novela con ese objetivo, pero hay un trozo de vida detallado de Colombia que está ahí, como una especie de sumario de lo que ha pasado. Puede ser muy útil. No sé, no pienso en ese tipo de trascendencia.
Usted ha dicho que esta es su mejor novela, la que siempre soñó escribir. ¿Por qué?
Sí, estoy muy contento, la verdad. Siento que llegué a donde quería llegar. Pude abordar muchos de los temas que siempre había querido escribir.
¿Qué opina de la literatura colombiana? ¿Cree que los escritores del país están teniendo la trascendencia que merecen?
¡Enhorabuena! La literatura de Colombia está pasando por una renovación que es necesaria. Considero que los escritores del país tenemos un presente interesante y un futuro prometedor.
¿Cómo es su rutina de escritor?
Soy un escritor diurno. Me gusta escribir en las mañanas. A esa hora tengo mejor cabeza. Por ejemplo, esta nueva novela la trabajé disciplinadamente entre las nueve y las doce del día. Ya cuando estoy en plena corrección, me extiendo un poco más en el tiempo.
¿Alguna superstición, agüero o rito para escribir?
No, no soy supersticioso. Soy mañoso como todo escritor, pero no supersticioso. Una de mis mañas es la que acabo de decir, la de sentirme más cómodo escribiendo en las mañanas, creo que en ese horario funciono mejor. Otra maña puede ser que cuando ya tengo una idea suelo escribirla por episodios y por escenas, independientemente de que no sepa en ese momento a qué capítulo pertenece. Hay personas muy ordenadas, que escriben secuencialmente. Yo puedo escribir distintas partes de un libro al mismo tiempo.
¿En este momento ya tiene un nuevo proyecto de escritura?
Sí. Tengo una idea para televisión que la estoy desarrollando despacio. La estoy haciendo sin presión. No se la he mostrado a nadie, creo que aún no es tiempo.



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