Grupo de cuartetos que forman parte de un poemario que espero pronto publicar.
I
Y
me vuelvo el cantor de la voz apagada,
el
pincel que dibuja sobre tus paredes
las
tantas alegrías y pobres decepciones
separadas
en garabatos con sentido.
Dame
una razón para no ofrecerte encanto,
descifrando
con altruismo en tus pensamientos
nestorianos
el dilema de la verdad
dosificada
en el tiempo de las mentiras.
Tomaré
de toda instancia lo más sincero.
Toscana
afortunada ¡Preséntame al Dante!
Dadme
el divino aire que Dios le regaló,
rasgando
de sus entrañas el puro verso.
Rociaré
en mi cabeza las palabras cálidas,
temática
impaciente de espiral imagen.
Loco
albedrío, te presentas derrochador
sobre
ésta transformación de individuo a poeta,
das
un paso cortesano al frescor total.
Gen
que navegas por los mares de gaviotas
dormidas,
revoloteantes e indiferentes,
talas
a buen pulso la piel de los humanos,
tal
genio nace más allá de las colinas.
Tasca
de Baco ¡Salud! Dame de tu vino,
testigo
infaltable de esas noches creativas.
Nos
libras del amargo letargo, a unos pocos.
Nastuerzos
que al amanecer se confabulan
no
sin antes marginar de mí, el cáliz limpio.
Vasto
horizonte, compañero del alma,
costeas
de luz y de oscuridad mis pupilas.
Lánzame
tenaces e inspiradoras vibras
pioneras
que conviertan mi ser al nuevo orden,
macerando
intensamente lo más sublime.
Lástima
de los que no se consagraran.
Brascaré
muchas mezclas para protegerme,
densificando
el saber en el universo;
menudo
argumento que surge positivo,
rancio
proceder de quien no quiera aceptar.
Me
quema la piel cuando siento que te alejas;
solo,
me calma el canto dulce de las letras
voraces
incrustadas en antiguos huesos,
tarjeta
de presentación de un ser supremo.
Jaspeado
discurso de héroe mitológico,
trasciendes
allá en los perímetros de Bragi
sosteniendo
todo comienzo de los bardos,
modelando
unos trozos de barro bendito.
Como
no adorar tan exquisito regalo,
girando
hacia mí la rueda del talento
doscientas
veces más sin desfallecer nunca.
Torrente
de creación arrasas con mi mente.
Logramos aquel camino alcanzar y
tomamos
calmadamente, así, el saber de él.
Caricia
de padre que nos abres las alas
tejiendo
una sabiduría para entenderse...
II
Escucha
los gemidos que cruzan los reinos
de
la fantasía y que despiertan al gran ogro
que
custodia aquel camino de la creación
transmutando
la tranquilidad en conflicto.
Es
sin duda el comienzo de una travesía
de
hondos placeres que lucen majestuosos,
queriendo
lucir vistosos trajes de letras
transfigurados
en magníficos trabajos.
Cantaré
a mil amores llorando las lágrimas
más dolidas al filo de la medianoche,
o tal vez descubriré el paraíso en tus ojos
pletóricos
de una elegancia inconfundible.
Enterraré
discordias ajenas y pésimas
cualidades que se conviertan en reproche
absurdo,
malévolo proceder de viejos
malestares
que se traspone imperceptible.
En
el mar de las letras navegaré siempre,
pescando
los pedazos más exuberantes;
para,
así, entregarles a los seres hambrientos
todo
alimento suculento para el alma.
Enséñame
maestro a dibujar en mí ser,
pestañando,
y no desistir de concentrar
palabras
nuevas para inventar oraciones.
Toca
el universo, está a tu alcance buen poeta.
¿Pero,
estarán convencidos de este gran arte?
Reclamaran
a los ángeles celestiales
que
reciten con esas suaves voces poemas
inmortales
que colmen sensaciones dulces,
te
regalarán la inteligencia suprema;
les
hablarán a la mente de las personas,
masticando
el exacto lenguaje del sabio
cesando
toda impureza mal entregada.
De
la calma creativa tiendes a escoger
la
mejor interpretación, libre, hermosa,
capaz
de traducir los signos más ocultos
para
transformarlos en ecos agradables.
El
viento las impulsa formando un acorde
que
acaricia con suavidad, y que cavila
en
el gusto más profundo de una resaca
que
besa las orillas de tu piel y escapa.
Al
final, abrazas con digna devoción
nuestro
placer por combinar toda palabra,
ampliando
cada aportación con la intención
notoria
de prevalecer con fortaleza...
*Gracias por leerlos y ser parte de mi mundo...
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