TRES VAGONES
LÁPIZ
ANDANTE
VAGÓN I
LA AVENTURA
Tan solo una pequeña mochila
será mi compañera de viaje.
¿Valor?
¿Aventura?
¿Necesidad?
Son palabras que albergan mi
mente
mientras escalón tras escalón,
con osadía, comienzan mis
sueños.
Decía mi madre: “No te olvides
de ser bueno”,
mi padre, el que nunca botó
una lágrima;
ese día, mares surcaron por
sus mejillas.
“Ve con Dios, si, ve con él
¡Marcha pronto!”
No me hicieron falta otras
despedidas.
Aquel andén rebozaba de
historias
maduras para el libro de la
vida,
página a página, ciegas
aventuras
extienden sin incomodar, sus
alas
para volar lejos de mi
terruño.
Recostado en tan noble butaca
me siento el amo de este
imaginario mundo
presto a conquistar nuevos imperios.
Pronto vuelvo a la realidad y
me pregunto:
¿Cuándo volveré?
¿Cómo serán los días?
¿Dónde aparcará el vagón?...
Escucho sonar una canción
cuando la noche me abre sus
brazos
como si quisiera bailar
conmigo
donde la luna se ve reflejada.
Lentamente cierro mis ojos
mientras galopa, mi fiel
vagón.
VAGÓN II
LOS EXTRAÑOS
Lo único que podemos compartir
un grupo de extraños son:
ventanales,
asientos y unos pequeños
papeles
que marcan el destino de
personas
con distintos caminos en la
vida.
La travesía se vuelve
silenciosa,
los recuerdos renacen
nuevamente.
Pero, sé que no estoy solo,
somos muchos extraños
recorriendo escenarios,
recovecos abstractos
pincelados con los ojos.
Aquella niña me mira
vacilante,
sin percatarme, me regala una
sonrisa
escondida que mis ojos no
perciben
porque su mirada apresa mi
inocente alma.
_ Boletos señores en la mano.
Y pienso ¿Cuántos boletos
pasaría revista?
Estaría feliz o aburrido de su
trabajo.
Sus pasos van dejando sellado
la calma, la satisfacción.
Allá va firme.
Vuelvo como luz de faro y no
está mi niña
¿Me extrañaras? No lo sé.
El hombre con el periódico,
el joven que lee un buen
libro,
la dulce anciana que duerme.
Yo, imaginándome sus vidas,
adueñándome de sus destinos.
Entonces jugaremos cada uno
a ser escritores, redactando
largas historias en el vagón
que sigue su camino inmutable,
encumbrado por sus vastos
rieles.
VAGÓN III
LA FANTASÍA
Me imagino, volar entre rieles
con alas
sintiendo al recio viento
acariciar mi rostro,
sumergirme en las
profundidades del mar
que se engalanan con elegantes
corales.
Claro oscuro de luna,
sonriente compañero,
imagina mis paredes
que arropan seres que duermen.
Hoy quiero deleitarme,
recoger los recuerdos
regados en el andén
y hacerlos parte de mi.
Así surca el vagón llevando
historias,
así surca valiente por los
caminos
destapando tesoros ocultos de
la vida
que vagan por los mundos
perpetuos de las mentes
esquivando cada carril a
carril la loada
travesía de las almas, tan
fugaz y añorada.
Quieres despertar pronto,
pero el viaje comienza
compartiendo el temor
mientras vuelas con fuerza.
Soy el tren que te lleva por
mundos de fantasía,
quien puede decirte donde
estuviste soñando,
aquel que te regala alegrías y
tristezas
cuando te lleva hacia tu
destino.
“Así
son mis tres vagones,
compañeros
de mis viajes:
Unas aventuras
para vivir,
extraños
con quien compartir
y
fantasías para escribir…”
Enviado al Concurso Premios del Tren de Poesía y Cuento.
Gracias por leer mis trabajos y ser parte de mi mundo.
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