El abogado-poeta de la condición humana
Fernando Pamos de la Hoz.
El penalista Pamos de la Hoz se adentra por vez primera
en la poesía con 'Mi sombra y yo', una obra donde trata los grandes
interrogantes de las personas
"Entre la Abogacía y la poesía no encuentro diferencia, ambas
anhelan la verdad y la Justicia". Esta frase fue mencionada en una ocasión
por un reputado escritor iberoamericano. Una máxima que bien se le puede
aplicar a Fernando Pamos de la Hoz (Madrid, 1966), letrado penalista en
ejercicio desde 1991 -un cuarto de siglo personado en algunos de los casos más
mediáticos del país- y escribiente en sus ratos libres sobre la condición
humana y sus preguntas eternas e inmemoriales. Una temática que aborda con la
minuciosidad de un cirujano.
Tras dejar su huella en
las novelas con tintes personales 'Las patrias perdidas, una visión' y 'Cayó la
noche' (ambas de Editorial Bubok), Pamos de la Hoz publica ahora 'Mi sombra y
yo', donde se adentra por vez primera en la poesía. El abogado trata el miedo,
la muerte, la angustia existencial -cuestión tan filosófica para Miguel de
Unamuno, profesor que fue de su abuelo en la Universidad de Salamanca-, el paso
del tiempo, la felicidad, el anhelo de amor, la búsqueda del misterio y la
trascendencia.
Todas ellas, y otras, aparecen en el fondo de sus obras ya
publicados y en el poemario que ha salido a la luz. En 'Fantasmas vestidos de
día', nombre de unos de los capítulo del libro, recita toda esta temática tan
humana:
Estoy cansado de cansarme.
De ver fantasmas vestidos de día que
empieza y me hacen burla.
De sueños inútiles de paz interior, de falta de sosiego y ausencia
de valentía.
Arrojaría la caña al dios bueno y
peregrinaría hacia él con lo puesto.
Acaso con mi libro de Juan Ramón,
"Ellos", y de una balada triste como yo.
Este mundo no me gusta. Nada.
La envidia, el hambre, la pena de ser
hombre y a la vez no saber qué se es.
Camino a oscuras con un pasado borrado.
Elijo las paredes de la habitación para
formarme idea de los límites.
Los que nunca tuve.
Pamos de la Hoz ha
pertenecido durante 21 años al turno de oficio del Colegio de Abogados de
Madrid -siendo galardonado con la Medalla de Honor- y en sus casi 25 años de
actividad profesional ha estado personado en causas como las escuchas del
CESID, el denominado Caso Pinochet o los vuelos de la CIA, entre otras muchas.
Su profesión la compagina
con la lectura de poesía, ensayo y voluntariado, "actividad que me llena
inmensamente, por lo que esos seres frágiles, que perdieron todos los trenes,
me aportan", afirma el autor. El hecho es que los beneficios de sus libros
son destinados a seres excluidos, sin hogar, "a los que la vida le dieron
una oportunidad, y suerte, de conocer y cuidar", remacha el escritor y
abogado.
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