El
relato “Pim Pam Pim Pam” de Virtudes Olvera gana la tercera edición del
Concurso de Cuentos Infantiles de Adiós Cultural
El jurado de
la tercera edición del Concurso de Cuentos Infantiles, convocado por la revista
“Adiós Cultural” y reunido el pasado 16 de noviembre en Madrid, decidió
designar ganador del certamen a la obra “Pim Pam Pim Pam” de la granadina
Virtudes Olvera. En segunda y tercera posición quedaron María Dolores López
Salmerón con el relato “La historia de Tomás” y Patricia Martos Fernández-Simal
con el cuento titulado “El catalejo”.
Los premios son de 1.250 euros al primer clasificado, 750 al segundo y 500 al tercero.
El jurado ha estado compuesto por los psicólogos Pedro Cabezuelo y Silvia
Álava; Cristina de Gregorio, directora de Marketing y Comunicación de
Funespaña; Yolanda Cruz, doctora en Educación; Javier Fonseca, escritor y
crítico de literatura infantil, Mercedes Sanz de Andrés, historiadora y Jesús
Pozo, director de “Adiós Cultural”. Actuó como secretaria Isabel Montes,
coordinadora de la revista.
Para el jurado, “Pim pan pim pan” es un texto ágil, fresco y muy original en su
estructura ya que no tiene narrador al ser todo un diálogo. Es un texto en el
que el lenguaje está muy bien elegido, con unos personajes perfectamente
identificados por cómo hablan y con los que cualquier niño se va a sentir muy
identificado.
Por su parte “La historia de Tomás”, segundo premiado, ha conseguido
transformar el proceso de duelo en un relato en el que además se respeta mucho
el ritmo del niño recalcándose las emociones en un momento tan difícil, como es
el hecho de haber perdido a su madre de forma inesperada.
Con respecto al tercer clasificado, “El catalejo”, el jurado explica que se
trata de una historia de relación intergeneracional llena de ternura y fantasía
como planteamiento para pasar el duelo de un miembro muy querido de la familia,
manteniendo a la persona que ya no está junto a nosotros.
Así son
los cuentos según sus autoras
Virtudes
Olvera
Es la muerte, como concepto, algo inaprensible para las personas más menudas. Y
un tema incómodo de tratar para padres y madres ya que el dolor que conlleva la
pérdida es una emoción de la que intentamos salvar a los hijos a los que
queremos ver siempre alegres y felices.
Sin embargo, las emociones negativas también forman parte de la vida y son
igualmente necesarias en nuestra construcción como personas. A partir de ahí, debemos
enseñar a cómo gestionarlas para que la percepción de nuestros niños/as sea de
normalidad. Por ello, en el relato he intentado poner de manifiesto esa
necesidad de no huir de lo desagradable.
También me pareció fundamental el asunto de la dosificación de la información.
Cuánto contamos a nuestros/as hijos/as dependerá de la madurez que tengan en
cada momento. Tratésmoles, además, con el respeto que merecen, sin
insultar su inteligencia.
Otro aspecto importante es el de construir excelentes puentes comunicativos:
debemos ser referentes estables, personas confiables, adultos que contestan a
sus mil dudas y que no se esconden ni huyen. Por eso el diálogo es fundamental.
Y por supuesto el formato de la explicación debe reconocerse como espacio común
por los niños y niñas: el juego es ese espacio común. En ese ámbito los/as
pequeñosa/s se sienten cómodos y todo parece más amable, incluso lo que no lo
es.
En cuanto a la muerte en concreto, resulta fundamental reconocer su existencia
como parte de la vida, asumiendo nuestra mortalidad. Y sabiéndonos conocedores
del tiempo que tenemos, debemos educar en un amor por la vida, en un disfrute
de todo lo que nos rodea y en un no olvidar a los que nos precedieron porque a
través de su recuerdo todos y todas somos, también durante un tiempo, un poco
inmortales.
María
Dolores López Salmerón
El cuento infantil “La historia de Tomás” explica la muerte de la madre del
protagonista, desde el momento en que su padre le informa de la triste noticia
de la pérdida de su ser querido, pasando por todo el proceso del velatorio,
hasta finalmente el último adiós en el cementerio. Una historia cargada de amor
entre padre e hijos, de unión familiar ante la adversidad y del proceso de
duelo familiar ante la muerte de la figura materna.
Como psicóloga especializada en el ámbito infanto-juvenil he observado las
dificultades de los padres para explicar proceso de la muerte y las dudas que
les surgen sobre qué contar o no al menor. Además, en los jóvenes, sobre todo
en los niños, comprender el concepto de la muerte varía mucho dependiendo de la
edad, como es el caso de Sara (5 años) o el de Tomás (10 años). Por ello, este
relato se realizó con el principal objetivo de reducir las dificultades
expuestas. Como se podrá ver en su lectura, el cuento encierra varios
aprendizajes: la primera y más importante, es explicar el proceso de la muerte
a los menores mediante esta historia. Además de animarlos a preguntar para
comprender todo lo relativo a este tema, ya que como es sabido lo que el niño no
comprende, su propia mente lo palia imaginándolo. También trabaja la necesidad
de ayudar al menor a reconocer, expresar y hacerle comprender todas las
emociones negativas relacionadas con la muerte, pues muchas veces no comprenden
lo que sienten.
Patricia
Martos Fernández-Simal
Con mi cuento "El Catalejo" he querido expresar el misterio que
supone la muerte, algo que para los niños es incluso más difícil de entender.
La muerte de un ser querido desata un tornado de sentimientos, a veces
desconocidos, y que dejarán su rastro en ti.
Mi cuento tiene algo de influencia personal, ya que a mí me cuidaron mis
abuelos, y su influencia en mi vida ha sido lo que me ha hecho crecer en
valores, y sobre todo la fuerza para luchar por lo que quiero. El protagonista
lo he llamado como mi hijo, Martín, y a lo largo de toda la historia, he
querido trasmitir lo que yo le diría a mi hijo si algún día viviera la pérdida
de un ser cercano.
Creo que es importante que los niños sepan que no volverán a ver a esa persona,
y que a todos nos llega nuestro momento de partir (como explica el abuelo del
cuento), pero siempre hay que intentar ver el lado positivo de las cosas, y
aunque nos encontremos con fuertes sentimientos de tristeza y añoranza hay que
centrarnos en los recuerdos, y la suerte de haber podido conocer a las personas
que un día nos dejaron. También he querido mostrar el misterio que supone lo
desconocido, el momento en que Martín va volando de la mano de su abuelo para
despedirle en su nueva aventura, ¿es sueño o realidad?, solo sabe que tiene el
catalejo, y que su abuelo ya no está. Él está muy triste pero tiene muchos
recuerdos y muchas aventuras que vivir por delante, todo tiene un final pero
también todo tiene un principio.
FUENTE:
LOS CAZADORES DE CONCURSOS LITERARIOS XXXII (JULIO 2019) Publicado el concurso, el miércoles 5 de junio del 2019 en el
Blog.
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