Vicente Luis Mora gana el 'Ángel González' de
Investigación Literaria con 'El yo boscoso'
La obra premiada en la
primera edición del certamen convocado por la Universidad y la cátedra dedicada
al poeta ovetense rastrea "desintegración del yo" en la poesía
contemporánea española
Vicente Luis Mora.
El
ensayo El yo boscoso. Topologías subjetivas
de la poesía española contemporánea entre el espejo y la notredad (1980-2015), obra del doctor en
Literatura, poeta, narrador y ensayista cordobés Vicente Luis Mora (1970), ha
sido galardonado hoy con el Premio Internacional de Investigación Literaria
Ángel González en su primera edición. El certamen, convocado por la Cátedra de
la Universidad de Oviedo dedicada al poeta ovetense, cuenta con el patrocinio
de la Fundación Banco Sabadell y está dotado con 6.000 euros y la publicación
del trabajo ganador por la Editorial Iberoamericana Vervuert, especializada en
textos académicos.
El
fallo ha sido hecho público esta mañana por Leopoldo Sánchez Torre, vicerrector
de Extensión Universitaria, en un acto en el que la directora de la Cátedra
Ángel González, Araceli Iravedra, ha destacado la "temática actual y la
excelente labor documental" del El yo boscoso, "un estudio híbrido
entre la producción científica y ensayística". Junto a ellos, el jurado ha
estado constituido por el profesor del Departamento de Literatura Española de
la Universidad de Valladolid Francisco Javier Blasco Pascual, el profesor del
Departamento de Filología Hispánica, Románica y Teoría de la Literatura de la
Universidad del País Vasco Juan José Lanz Rivera y por el profesor del
Departamento de Filología Hispánica y Clásica de la Universidad de León José
Enrique Martínez Fernández.
Vicente
Luis Mora es uno de los nombres de referencia en la literatura y la crítica
actual en España tanto por sus obras de narrativa (Alba
Cromm, Circular 07 y Subterráneos), sus ensayos (El
lectoespectador. Deslizamientos textovisuales entre literatura e imagen;
Pangea. Internet, blogs y comunicación en un mundo nuevo; y Pasadizos. Espacios simbólicos entre
arte y literatura) y
muy especialmente por su actividad en internet, a través del blog Diario
de Lecturas
El
yo boscoso conecta con conceptos y preocupaciones
que ya han aparecido en muchos de estos textos, y también en su monografía
académica La literatura egódica. El sujeto
narrativo a través del espejo, y en la actualidad.Según Mora, la
obra rastrea de la idea de la "desintegración del sujeto
contemporáneo" en la poesía en castellano de las últimas décadas, que se
presenta como "un juego literario de espejos en que los azogues del texto
reflejan el otro eco visual donde el propio escritor contempla su experiencia
de ficción".
Más
allá del encarnizado debate filosófico sobre la "falacia" o la
"evidencia" de la evaporación del sujeto en la posmodernidad, el
autor ha preferido situarse en "un tercer grupo, un nutrido e interesante
colectivo formado por muchos pensadores y artistas para quienes esa
descomposición, por el contrario, es una oportunidad única" que permite
"la preciosa posibilidad de rehacernos, de (re)construirnos, despojándonos
de numerosas adherencias históricas, ideológicas, políticas, religiosas,
metafísicas, económicas, culturales, psicológicas, que nos habían sido
impuestas sin pedirnos opinión".
Infidelidad
terrible
Mora
parte también de la constatación de una "infidelidad terrible" entre
lo que somos y los elementos externos en los que estamos forzados a
reconocernos: "Más allá de que nos reconozcamos en las fotos de nuestros
álbumes, o en la propia imagen contemplada en el espejo, lo cierto es que no
podernos vernos ni reconocernos si no es mediante una imagen externa, de la
proyección de nuestra cara en otro medio, en los medios, o en un azogue. En
todo caso nuestro rostro es inaccesible sin una ayuda tecnológica exterior, de
una reproducción de nuestra cara que no se corresponde con la realidad".
Esa imposibilidad de "tener acceso inmediato y fidedigno a lo que
somos" es algo que "han advertido, intuitiva o reflexivamente, la
inmensa mayoría de poetas contemporáneos que escriben en castellano"; es
más, para Mora "estos fenómenos son habituales y hasta obsesivos en la
literatura española de la posmodernidad".
Así,
apoyándose de nuevo en el concepto del espejo "como símbolo de esa
descomposición subjetiva y de la puesta en crisis de la identidad",
Vicente Luis Mora aplica un análisis minucioso que describe como
"forense" y "tan variado como los textos mismos" a los que
se aplica. Cientos de textos a los que ha aplicado la "autopsia
filológica", pero también "la mitocrítica o el asedio filosófico"
sobre el horizonte de los abundantes estudios filosóficos y psicoanalíticos
sobre el asunto de su estudio.
El
resultado, según Vicente Luis Mora, presenta "una distinción de todas las
formas posibles de uso literario del espejo" y clasifica en categorías
"todas las formas o tipologías subjetivas producto de esas
utilizaciones". Especial interés ha tenido para el autor trabajar sobre la
encarnadura posmoderna del "mito mutante" de Narciso, que "ha
sabido adaptarse a todas las épocas, y que ha llegado a nuestra posmodernidad
de un modo casi contradictorio a su nacimiento clásico".
"Si
en sus primeros tiempos Narciso era el prototipo del sujeto pleno, encantado de
conocerse, lleno de sí y enamorado de su propio ser, el narcisismo
contemporáneo se caracteriza por la capacidad del yo disuelto de adorar todas y
cada una de sus múltiples manifestaciones", explica Mora, que condensa esa
"adoración" en un conocido microcuento de Juan José Arreola: “La
mujer que amé se ha convertido en un fantasma y yo soy el lugar de sus
apariciones”. "Si sustituimos la figura de la mujer amada por la del yo,
podemos vislumbrar una idea muy aproximada de lo que sería este Narciso
posmoderno, fantasmal, repetido hasta la saciedad en decenas de poemas y textos
narrativos actuales en castellano", concluye.
FUENTE:
LOS CAZADORES DE CONCURSOS LITERARIOS II (NOVIEMBRE 2015) Publicado el concurso, el lunes 17 de agosto del 2015 en el
Blog.
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