Rocío Peñalta gana el Premio de Aforismos Rafael Pérez Estrada
Entrevista. «Me presenté al concurso por si ganaba y me llevaba una alegría en este 2020», afirma la profesora del área de Literatura Española de la UMA
Siempre supo que su pasión era la escritura, aunque cuando salió del instituto no tuvo claro cuál sería el camino correcto para alcanzar su meta. Eligió la carrera de Periodismo, pero pronto se dio cuenta de que ese no era su sitio. Rocío Peñalta es profesora del área de Literatura Española de la Universidad de Málaga y ha sido premiada por su obra 'Lo que nos quita el sueño' en el quinto Premio de Aforismos de la Fundación Rafael Pérez Estrada, que se entregará este jueves 10 de diciembre. Peñalta es licenciada en Periodismo por la Universidad de Málaga y en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada por la Universidad Complutense de Madrid. Además, es doctora en Estudios Interculturales y Literarios por la UCM.
Su obra 'Lo que nos quita el sueño' ha obtenido este galardón por «la originalidad de sus aforismos que se presentan como lúcidas sentencias con ciertas dosis de irracionalidad que agitan nuestra consciencia, así como los ingeniosos juegos de palabras al más puro estilo 'perezestradiano'», según ha determinado el jurado. Le gusta trabajar en casa, por lo que el Covid-19 no ha supuesto un gran problema en su forma de trabajar, y aunque sea profesora de repartir fichas y debatir con sus alumnos en el aula, asegura que también disfruta mucho de sus clases 'online', sobre todo si hay iconos de por medio.
- Es usted licenciada en Periodismo y también en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada. ¿Por qué ese paso del periodismo a la literatura?
-Cuando acabé el instituto estaba un poco perdida, no sabía muy bien qué hacer. A mí me gustaba mucho escribir desde siempre y pensé que el periodismo era una buena opción. Y estudié Periodismo en la Universidad de Málaga. Nada más empezar me di cuenta de que aquello no era lo que yo estaba buscando. Pero ya que había empezado terminé, porque yo soy así, me gusta terminar lo que empiezo. Justo en el último año de Periodismo, en unas conferencias sobre literatura y escritura creativa, descubrí la existencia de la carrera de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada. Como yo tenía amigos y familia en Madrid me pareció buena opción irme a la Universidad Complutense a estudiarla, así que nada más acabar Periodismo me matriculé. Y aquello sí era lo que yo quería.
-¿Cuál ha sido su trayectoria dentro de la Universidad de Málaga?
-Después de estudiar en Madrid mi segunda licenciatura, me quedé allí e hice el máster y el doctorado. Me dieron una beca y estuve cuatro años en la Complutense trabajando, cuando estaba terminando la tesis, aún no la había leído, me enteré de que en la Universidad de Málaga había una convocatoria de sustitutos. Y yo por si acaso me presenté. Pasaron tres años, ya me había olvidado de que había echado esa solicitud, y un día me llamaron de la UMA. Me ofrecieron dar clase en el área de Literatura Española en el grado de Filología Hispánica, me llamaron un jueves y era para incorporarme el lunes. Yo estaba en Madrid, acepté y me vine. Esto fue en 2016, y desde entonces estoy aquí.
-¿Puede explicar a los lectores qué es un aforismo?
-Es una forma literaria muy breve que, en teoría, recoge pequeñas piezas de sabiduría, por decirlo de alguna manera. Admite muchas formas distintas, puede incluir figuras literarias, tener un tono humorístico, tener referencias intertextuales...
-¿En qué consiste su obra galardonada, 'Lo que nos quita el sueño'?
-Como el tema de este año del concurso de aforismos era sobre los sueños, yo simplemente he hecho una serie de reflexiones sobre los sueños. La mayoría tienen ese toque de humor, de surrealismo también, porque claro, lo onírico da para mucho en ese sentido. También he hecho varios relacionados con los sueños de los animales, algunos con juegos de palabras, pero siempre acotada por el tema del sueño porque era el que proponía la Fundación.
-¿Por qué eligió el pseudónimo Aurora Lapptåtel para presentar su obra?
-Me busqué un pseudónimo a propósito para la ocasión y como el tema era los sueños pues pensé en uno que tuviera alguna relación. Aurora hace referencia a la princesa Aurora, la Bella Durmiente, que suponemos que mientras estuvo durmiendo todos esos años tuvo muchos sueños. Y Lapptåtel es un modelo de almohada de Ikea (risas). Como quedaba así muy nórdico y además con el circulito de la 'a' era un nombre muy exótico, me gustó. Además, uno de los aforismos de mi obra es sobre las almohadas de Ikea.
-¿Cómo recibió la noticia de que había sido galardonada?
-Me hizo mucha ilusión porque como este año 2020 ha sido tan chungo para todos, cuando vi la convocatoria del premio dije 'me voy a presentar, a ver si gano y me llevo una alegría, una buena noticia en este año'. ¡Y mira por dónde! No me esperaba ganar y me alegré mucho.
-Además, en 2013 publicó un libro de microrrelatos titulado 'Andar por casa' (Cuadernos de literatura). ¿Podría resumir de qué trata?
-Me decían mis amigos que tendrían que reeditar mi libro ahora, porque se llama 'Andar por casa' y ahora que estos meses hemos estado todos sin salir de casa pues les parecía muy apropiado (risas). En el libro se tratan temas domésticos, son textos en prosa pero a veces tienen un toque poético, y parten de anécdotas cotidianas del día a día, de cosas que nos pueden suceder a todos en casa, pero siempre hay algún elemento inesperado o fantástico.
-¿Cómo afronta su labor como docente con el Covid-19?
-La verdad es que pensé que iba a ser más difícil tanto por los fallos técnicos, porque yo no soy muy amiga de las tecnologías, el ordenador lo uso casi como máquina de escribir, como por el propio desarrollo de las clases. Me daba miedo que las clases fuesen más aburridas, que perdiesen dinamismo y se volviesen más deshumanizadas por perder el contacto con los alumnos. Y sí que se nota porque además a mí me gusta mucho repartir fotocopias, leer en clase y que participen. Con unos grupos funciona mejor este sistema que con otros, pero la verdad es que tengo unos alumnos estupendos, lo paso muy bien en clase. Además, hemos descubierto que el chat del aula virtual tiene iconos como el Whatsapp y es maravilloso.
-¿Le gusta teletrabajar o prefiere acudir a la Facultad?
-Yo estoy habituada porque el trabajo de investigación normalmente se hace en casa, excepto el momento de ir a la biblioteca a consultar algo o buscar libros. A mí me gusta trabajar en casa, me siento cómoda porque tengo todo a mano y para mí no ha supuesto un gran cambio en ese sentido. Salvo las clases y las tutorías, pero con el resto de tareas, como yo estaba acostumbrada a trabajar mucho en casa, no ha habido problema. Además, a mí nunca me ha gustado estudiar ni trabajar en la biblioteca, me distraigo mucho.
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