lunes, 10 de febrero de 2014

POESÍA "MOMENTOS" E "INGENIO ANÓNIMO"


                 

                                       MOMENTOS

  
                                                       LÁPIZ ANDANTE

                         

                      I
Respira desde tu balcón, el amor
de una esplendida tarde primaveral
que alivia un corazón lleno de temor
por conseguir en la pasión algo moral.

¡Lo conseguí! gritaste al verme caminar,
con tantos deseos, por aquellos senderos.
Las maldades comenzasteis a abandonar,
surcando mares repletos de veleros.

Tus miradas brillantes me acariciaron
como el susurro vivas de un día perfecto.
Ese instante, complejas almas tocaron
el edén al son de un hermoso canto.

Así nos conocimos mi dulce reto.
Los ángeles del cielo nos regalaron
unos cánticos divinos que alegraron
la vida, cual afable final de cuento.


                   II
Solo la paz de tu bendición
me agranda en la tristeza,
me dan fuerzas que destrozan adversidades.
Pequeño cuerpo de mujer.
Corazón inmenso, dulce mirada, voz penetrante.
Siempre a mi lado. Sombra amiga.
Te recuerdo en los días y en las noches,
una vez más y mucho más…


                   III
De mis ojos unas lágrimas,
de mis labios. Tu nombre;
de mi corazón roto. Una triste despedida.
Quisiera arrancarme los ojos
 y no verte partir.
Cerrar mis labios para no gritar.
¿Y mi alma?... ¡Volverla de piedra!
a cada minuto, la vida pasa lentamente.


                  IV
¡Oh amada mía! ¿dónde estás?
Iré a buscarte, donde sea.
Sé que te he de encontrar.
Así, abriré mis ojos a ti
para verte llegar a mis brazos.
Mis labios se saciarán de tus besos
y mi corazón que siempre fue tuyo,
lo fundiré en un baño de oro
para ofrecértelo a tus pies.
De mis labios una alegría,
de mis ojos ilusión,
de mi ser, magia eterna, solo para ti…




                                    INGENIO   
                                                   ANÓNIMO
                                                             
                   LÁPIZ ANDANTE

La madera hallada en el campo bendito,
va tomando forma. Gracias al escultor,
hacedor de los maravillosos secretos
que confunden a las manecillas del tiempo.

Esta noche, no la más larga de la vida.
La soledad, inquieta. La presencia, añora.
Los sentimientos se conjugan en un baile,
donde el bien y el mal, se contornean sin temor.

La creación está presa en su grandiosa cárcel
a la espera de estallar en miles de sueños
que se hagan realidad, en surcos lógicos
portadores de excitaciones variopinto.

Quien te vio nacer quedo impregnado de magias
extrañas; pero nunca ajenas, al mostrarse
parte de un todo que se agranda lentamente,
cual capas de lava que recorren la tierra.

Aquello va quemando las entrañas ciegas,
colmando de ímpetu a cada paso que surge
el palpitar iluminado de las venas.
Casadas en santísimas coreografías.

Es así que el viento me trae tu dulce voz,
ese que me aviva la respiración cuando
muerto navego por aguas del Aqueronte.
Desafiante, sin temor alguno al barquero.

Nos seduce con tan elocuente razón
que hasta las sirenas se someten plácidas
al embrujo arrollador del mejor regalo
que cualquier dios se haya imaginado crear.

Te imaginas entonces que simple humano
lo podrá controlar, sumergiendo tormentas
de pensamientos en el envase universal
que va acomodando cada pasión voraz.

Jamás será el final de tan  candente fuego
sumido en besos y abrazos de enamorados.
No impacienten. Esperen sentados en tronos,
las imágenes que contienen los espejos.

 Las llamas se reflejan conscientes de todo
lo aprendido en el curso de generaciones,
transfigurando para enriquecer los hechos
que componen los orígenes de la musas.

Quien puede acallar tan solemne inspiración
para trascender más allá de lo visible,
volando ahí, por la cuesta de lo invisible;
Pues, tan sólo, aquel que supo entender la vida.

Me uno a la danza que ilumina el ancho mar
sabedor que nunca moriré entre esos brazos
espumosos de eterna sal. Los ojos de ellas,
las hermosas Nereidas. Velaran por mí.

Salvaguardado está el camino del buen poeta.
El alimento rebosa por los rincones
más insospechados. Desde amargos deleites,
hasta exquisitos manjares propio de dioses…

         


    * Poemas presentados al XXIX Concurso de Poesía "Ciudad de Tudela".





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