La
profecía de Margarita Rivière
La periodista debuta en la
novela con un ‘thriller’ en clave de política catalana actual
La periodista y escritora Margarita Rivière.
En El
Principe, Maquiavelo
escribió: “La fortuna cambia y gobierna a los hombres, teniéndolos bajo su
yugo”. Es probable que Margarita Rivière (Barcelona, 1944) lo recordara cuando
empezó a trazar el perfil del protagonista de Clave K (Icària), su debut en la novela. En
ella, y bajo el género del thriller, la periodista
ilustra la parábola de ascenso y caída de K, un ex banquero que, tras arrasar en
unas elecciones autonómicas y convertirse en cabecilla del imaginario pueblo
“kaiko”, asiste impotente a la desintegración de su carrera cuando un fiscal le
acusa de expoliar el banco. Casi 15 años han tenido que pasar antes de que este
thriller político viera la luz: escrito a finales de los 90, no encontró editor
por los inevitables paralelismos con la realidad socio política catalana. Un
letargo que no ha alterado la actualidad de su contenido.
“Clave K es muchas cosas al mismo tiempo: un thriller ágil, pero también una fábula moral
capaz de retratar a la vez una sociedad y sus distintos estratos y actitudes”,
diseccionó ayer el periodista de EL PAÍS Xavier Vidal-Folch quien, junto con el también periodista
Sergio Vila-Sanjuán, presentó el libro. La autora no pudo acudir al acto pero,
por videoconferencia, recordó que “el juego de la novela permite llegar donde
el periodismo no puede”, mientras los presentadores convergían en definir la
obra de “profética”: en la historia de K se entreven los hechos más convulsos
de la reciente política catalana. “Cuando lo leí pensé que era una imprudencia
y aún hoy sigue siendo un libro potente, impertinente y sin pelos en la
lengua”, resumió Vidal-Folch.
La obra construye un
delicado microcosmos habitado por magnates ávidos, políticos “acostumbrados a
ese proceso mental del ‘sí, pero no’ y del ‘no, pero sí’”, como admite uno de
los personajes; chicas cosmopolitas desencantadas del hecho de que “las
personas no se entienden porque no se escuchan”, periodistas que batallan por
reivindicar “trasparencia, entendimiento y convivencia”. Una colección de
personajes kafkianos —como la propia Rivière subrayó—, prototipos universales
capaces de levantar una sátira dramática sobre los intricados mecanismos del
poder, “blancos y negros, sin matices”, según Vidal-Folch. Las profecías, como
la vida, suelen ser así. Sin matices.
FUENTE: EL PAÍS
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