"Mágico, sombrío, impenetrable" reúne relatos
notables
La
escritora estadounidense Joyce Carol Oates
Más de 60 novelas, 400 relatos, 8 libros de poesía, 13 de ensayos,
6 textos para jóvenes, 3 para niños, 9 obras de teatro y un libro de memorias,
hacen de Joyce Carol Oates un verdadero prodigio de la literatura.
A ese ritmo industrial de producción, a esa enorme capacidad de
trabajo, la autora suma un detalle no menor: cada dos o tres años da a luz un
libro de primer nivel. Vista de lejos, su obra es como una larga cordillera
donde a un pico alto le sigue un valle y luego otro pico alto y así
constantemente.
Mágico, sombrío, impenetrable, que reúne relatos de diversas
épocas, es para felicidad de los lectoresuna
enorme cumbre nevada. Cada uno de los textos resume calidad por donde se lo
mire y encierra un universo en sí mismo, rico y demoledor.
Oates se aleja de la tradición estadounidense en todas las
historias. Su estilo es barroco, recargado, lo describe todo con lujo de
detalles y nunca tiende a la brevedad. Lejos de perjudicarla, esa tendencia a
la verborragia le permite alcanzar una gran profundidad.
Cada salto hacia atrás del relato agrega información que permite
ganar espesor al tiempo que refuerza el presente de lo que se está contando.
Pero lo fundamental aquí no es el estilo sino lo que se narra. La
autora es tremenda a la hora de elegir sus temas, que abarcan todo el espectro
del drama humano, los mil golpes de la vida y la siempre frágil estabilidad
psicológica de los hombres. Sus personajes viven (luchan) al borde mismo del
abismo, sin posibilidad alguna de retroceder un paso.
A veces el suceso dramático que está por ocurrir se intuye, pero
cuando se devela golpea al lector sin piedad. En Mastín, por ejemplo, la
protagonista desconfía de entrada del perro con el que se cruza durante una
excursión a la montaña, pero cuando diez páginas más adelante el animal ataca,
el lector queda atónito por el salvajismo de la escena y sus repercusiones.
Hay cuentos que son verdaderas obras de arte,
como Un libro de mártires, que relata el viaje en auto de una pareja
circunstancial para que ella se realice un aborto. Oates no juzga nunca, esa es
su virtud sobresaliente. Muestra la falsedad del hombre que va por compromiso,
muestra la férrea voluntad de ella que se va tambaleando, muestra a los
antiabortistas que se manifiestan en la puerta de la clínica, muestra el
procedimiento médico, muestra el después.
Pero también sabe ser ambigua como en Cosas que quedan atrás, de
camino hacia el olvido, que a su estupendo título agrega una historia que no
oculta la muerte de la protagonista desde la primera página. El tema del
suicidio es tratado con maestría, pero nunca se llega a develar, aunque se expliquen
un millón de circunstancias, el porqué del acto en sí mismo.
En Parricidio, una hija amorosa puede evitar la muerte de su padre
pero no lo hace. En Desapariciones, un matrimonio se va diluyendo, de la misma
forma en que van desapareciendo objetos del hogar. En Distancia, una mujer que
ha tenido un memorable encuentro sexual huye a 3.600 kilómetros de su amante,
para luego pasar una noche entera intentando localizarlo por teléfono. En El
cazador una renombrada profesora de literatura es acusada de un robo infame por
el hombre que más quiere.
Se cierra el libro con una exclamación de júbilo. Queda la
sensación de haber visto 10 películas notables una detrás de otra, tantos son
los matices, tan complejas y redondas las mil escenas contadas. Un refrescante
soplo de viento helado, ideal para contrarrestar las altas temperaturas
veraniegas.
FUENTE:
URUGUAY.
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