ALICIA GIMÉNEZ BARTLETT:

"Todo se lo debo a Petra Delicado"

·        * Alicia Giménez Bartlett es la ganadora del Premio Pepe Carvalho 2015

                                               La escritora Alicia Giménez Bartlett. SANTI COGOLLUDO

«Todo se lo debo a Petra Delicado», dice Alicia Giménez Bartlett en agradecimiento a un personaje que le ha permitido vivir de lo que escribe. «Y eso es el éxito», añade recordando que han pasado casi veinte años desde que publicó su primera novela negra. Ritos de muerte, aparecida en 1996, fue su carta de presentación en un género literario que en España estaba fiscalizado por los hombres. Poco le importó.

Quién conoce a Giménez Barlett, la Bartlett en círculos negrocriminales, sabe que no hay imposibles para ella. De la mano de la inspectora Petra Delicado y el subinspector Fermín Garzón, Giménez Barlett ha ido escalando posiciones hasta convertirse en la reina de la novela detectivesca con o sin permiso de una nueva generación de escritores surgida con el nuevo milenio.

La Bartlett ha ganado el Premio Pepe Carvalho 2015,reconocimiento a una larga y exitosa trayectoria que la ha evangelizado en profeta en Italia y Alemania, un fenómeno editorial que la ha transformado en una escritora de culto en una época dominada por el escepticismo. «Al principio, los lectores me mandaban cartas cuando encontraban algo que no les cuadraba, ahora la relación es más profunda porque se identifican con unos personajes en los que reconocen cotidianidad». Si escribiera una novela al estilo de los autores americanos, está convencida de que le saldría una parodia.

La saga de Petra Delicado consta ya de diez novelas. La última, una colección de nueve relatos inéditos en España, acaba de ver la luz con el título Crímenes que no olvidaré. Publicado en la antesala de la nueva edición de BCNegra, Giménez Bartlett va y vuelve de su refugio de Vinaroz dispuesta a contestar todas las preguntas, vengan de periodistas o de admiradores, sin perder un sentido del humor famoso por haber provocado más de un maremoto. «¿Me puedes dar alguna pista del discurso que vas a dar en el Saló de Cent?», le pregunto con cierta sorna. «Sólo puedo decirte que será jugoso», me contesta.

El humor de la Bartlett es como el de su alter ego. «No sé si el estilo de mis novelas ha evolucionado», dice en referencia a los nueve cuentos escritos entre 1997 y 2014. Siempre tuvo claro que iba a potenciar más la situación que la trama de sus novelas y quienes iban a dar el sello distintivo eran los personajes. «La que sí ha evolucionado es Petra», añade Giménez Bartlett. Petra está más cabreada que nunca, y la escritora también. La realidad del país ha superado cualquier ficción.

El nombre de Petra Delicado es un oxímoron. Y para el subinspector, le hacía falta un nombre eufónico como el de Fermín Garzón. Ambos tienen el nombre que merece su carácter, y son tan distintos, que se complementan a la perfección como otros grandes amigos sin derecho a roce de la novela negra, como Carvalho y Biscuter o Montalbano y Augello, con permiso de Catarella. Los casos que Petra y Fermín tienen entre manos suelen orbitar alrededor del amor y el sexo por expresa elección de la autora. «Los temas crematísticos me fastidian», dice Bartlett. Detrás del despecho, la venganza, el chantaje o la corrupción, siempre están el amor y el sexo. Crímenes sin compasión o crímenes por pasión.

A ningún autor le gusta que le pregunten de qué novela de la saga está más satisfecha. Es como tener que escoger a un hijo por encima de los demás, pero Giménez Barlett contesta después de dudar durante unos segundos. «Quizás Día de perros, aunque cuando una novela desaparece de mi día a día suelo pensar poco en ella».

La conocida entre los hooligans de la novela negra como la Bartlett, está escribiendo una novela alejada de sus detectives lectores. Entre los premios que acumula en casa, tiene un Nadal que ganó conDonde nadie te encuentre. «Es como tomarse un descanso», dice. «La historia que tengo entre manos está ambientada en la prostitución para mujeres exclusivamente». Hombres convertidos en prostitutos por culpa de la crisis que prestan sus servicios a profesionales con pasta que no quieren líos sentimentales. Como dice Bartlett, el secreto del éxito es escribir lo que le da la gana y, cada cierto tiempo, rescatar del exilio a Petra Delicado. La Barlett es una escritora privilegiada.

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