Paula
Hawkins: No hay una fórmula mágica para escribir un "best seller"
"La Chica del Tren" fue la
primera novela que Paula Hawkins firmó con su nombre, no con un seudónimo, y la
que le llevó a la gloria: más de 20 millones de libros vendidos pese a que
considera que no hay una fórmula mágica para convertirse en un superventas.
Archivo particular
"No creo que haya una fórmula y no
creo que haya sentido en buscar una, como autor debes escribir una historia que
te interese a ti y crear personajes en los que creas. Es lo mejor que puedes
hacer", afirmó Hawkins a Efe.
Ahora vuelve a las librerías con "Escrito
en el agua" (Planeta), muy consciente de la expectativa que levanta su
segunda novela firmada como "Paula Hawkins" y muy consciente también
de que convertirse en un éxito editorial depende en buena medida "de la
suerte, de los tiempos y de una buena publicación" entre otros elementos.
En este sentido, reconoció que sintió
presión mientras escribía la novela, pese a que comenzó antes de "la
locura" que se desató con "La chica del tren".
"Tienes que entender que habrá mucha
expectación, hay millones de personas quieren ver lo que vas a hacer. Sabía que
cuando se publicara sería escrutada por los críticos y estaba muy ansiosa (...)
pero es la consecuencia del éxito", destacó Hawkins.
Pese a todo ello, se mantuvo fiel a sus
principios de "pensar en el lector hasta cierto punto" puesto que
"esperan alguna cosa como agitación, giros en el argumento o
asesinatos", pero teniendo claro que no puede estar "estar
dictada" por su público.
Todo ello queda plasmado en "Escrito
en el agua", una novela narrada con muchas voces que comienza con la
misteriosa muerte de una mujer obsesionada con los suicidios en el ficticio
pueblo de Beckford.
A partir de ahí se mezclan numerosos
elementos que incluyen temas espinosos como el suicidio de adolescentes, la
compleja relación entre hermanas o los choques entre las diferentes
generaciones.
Para ello, generó una atmósfera que define
como "gótica", "tétrica", "claustrofóbica" y
"de terror" que considera que a sus lectores "les gusta
especialmente".
"Quería crear una especie de atmósfera
de fantasmas sin que realmente hubiera fantasmas, quería que fuera gótico, como
esa atmósfera en sientes como que alguien te está mirando", subrayó
Hawkins.
De nuevo, la obra cuenta con personajes
también oscuros y atribulados entre los que destacan mujeres "muy
fuertes" en los que considera que se filtran sus propias creencias como
feminista.
"No es un manifiesto, pero obviamente
soy una feminista y mis creencias pasan a mis personajes, sí escribo sobre
mujeres que tienen problemas y desafíos pero son muy fuertes (...) ellos son
también los personajes que me interesan en este momento", subrayó
Ese tipo de mujer espera también que
"se conviertan en un ejemplo" de algún modo para los lectores y sean
una inspiración pese a que no tienen vida felices.
Pero sobre todo espera que "provoquen
conversaciones" acerca de los temas que trata la novela.
"Escrito en el agua", tal y como
sucedió con "La chica del tren", será llevada al cine, una
experiencia que Hawkins le causa una mezcla de sensaciones como a cualquier
autor cuya obra pasa a manos de otra persona para plasmarla en un filme.
"Te sientes por una parte muy
familiar y por otra muy rara, hay cosas que reconoces y otras que dices
'uy'", afirmó acerca de la sensación de ver en pantalla grande su novela.
Sin embargo, considera que en ambos libros
"hay aspectos fílmicos", especialmente en "Escrito en el
agua", si bien considera necesario "mucho talento" para poder
constreñir la historia a las dos horas que suele durar una cinta.
¿Y está preparada tras su éxito para un
posible fracaso? "No puedes realmente prepararte para eso, si sucede,
sucede y será horrible pero no pienso en eso. Lo mejor para mí es centrarme en
mi trabajo, que es lo que amo, sumergirme en eso y después si tengo éxito,
maravilloso, si fracasa, bueno puedes volver y preguntarme".
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