Mapeos
literarios: una forma alternativa para leer y viajar
Varios proyectos alientan a recorrer virtualmente los escenarios
de Cien años de soledad, Crimen y castigo o la serie de Sherlock Holmes; usan
la herramienta de Google Maps y ofrecen datos precisos
Todas las veces que viajé a ciudades
que ya había conocido antes por la literatura tuve la misma sensación: algo de déjà-vu, pero también de
novedad, de lo desconocido completamente." Esta doble percepción que
condiciona la mirada de lectores y viajeros es compartida por la narradora
Ángela Pradelli, autora de Turdera,
una novela con epicentro en esa localidad del sur bonaerense.
Referenciada
su geografía desde el minuto cero, Turdera es uno de los tantos libros que
encajan perfecto con una serie de proyectos que inyectan literatura al
mapamundi. La idea es llegar a estas ficciones de un modo alternativo: no por
género, autor o editorial, sino por la ciudad donde se desarrollan. Algunas
iniciativas emplean los encantos de Google Maps para que los usuarios señalen
con pins las coordenadas de la trama. Por
ejemplo, dar con Crimen y
Castigo al llevar la lupa a
San Petersburgo, o ver la obra cumbre de Milan Kundera, La insoportable levedad del ser,
aproximándose a la Praga que también mostró Kafka. Otro esquema apela a estos
mapas para trazar el recorrido de "textos inquietos", que transcurren
en más de una locación.
LitMap
es un trabajo académico plasmado en una página web, que acota el prisma a un
único libro:Los anillos de Saturno, de
W.G. Sebald. La novela del autor alemán mixtura rasgos autobiográficos,
memorias e historia, aunque es en esencia literatura de viajes. Empleando
marcas y líneas que dibujan una extensa red en Google Maps, LitMap presenta el
detalle del recorrido narrado en la obra de Sebald en Europa y más allá del
viejo continente, agregando descripciones al margen para cada locación. El
proyecto considera las formas geoespaciales de la narración para examinar los
contornos que emergen cuando los sitios que se mencionan en los libros se
trazan en un mapa, prestando especial atención a las redes que se tejen entre
los elementos locales (idioma, política) con el contexto global. En definitiva,
los mapas de Google aparecen aquí como un apéndice del texto y una prolongación
de sus páginas.
"Un
fan de Sherlock puede vacacionar en Londres y recorrer los caminos que Holmes y
Watson siguieron para resolver los misterios. O explorar Cartagena al leer El amor en los tiempos del cólera, de García Márquez", explica
Andrew Bardin Williams, cofundador y CEO de Placing Literature. "Soy
escritor, mi cuñada es geógrafa. En las cenas familiares acostumbrábamos
discutir qué significan los lugares del mundo en nuestros universos tan
diferentes, y entonces decidimos explorar esas conexiones. ¿De qué modo los
sitios que nos rodean inspiran el arte?¿De qué forma el arte puede ayudar a
construir nuestras comunidades?" Con el apoyo de una subvención, Williams
formó un equipo interdisciplinario y desarrolló una base de datos en línea para
que investigadores y lectores en el mundo planten en un mapa banderas que
delaten dónde transcurren las escenas de sus libros favoritos. Haciendo clic
sobre las marcas se puede leer un detalle de la localización, además de enlaces
a sitios que permiten acceder a una descripción del argumento y a la compra en
línea del volumen.
La
herramienta web cuenta con más de 3000 marcas literarias -o sea, libros- la
mayoría en Estados Unidos y en países de Europa. Una aproximación al mapa
argentino revela una cifra que no supera la decena. En Mendoza aparece la
referencia a una escena de King
of Swords, de Rusell Blake;
en Mercedes, provincia de Buenos Aires, figura Más respeto que soy tu madre, de Hernán Casciari; los cuentos de
Cortázar Final del juego y Casa
Tomada, en Chivilcoy y en el
barrio porteño de Palermo, respectivamente, y Fausto, de Estanislao del Campo, con un pin en
el Teatro Colón. Respecto a este evidente desbalance, dice Williams: "Más
del 40 por ciento de los usuarios de la plataforma reside fuera de Estados
Unidos, lo cual es muy alentador", y que desean convertirse "en una
base de datos de esta literatura geolocalizada que adquiera verdadero carácter
global".
¿Cuál
es la suerte de obras como Cien
años de soledad y El señor de los anillos, tramas
que transcurren en sitios imposibles de encontrar en Google Maps? "No
tenemos planes de expandir nuestra plataforma a universos ficcionales, estamos
enfocados en conectar las historias con las locaciones reales. Pero podría ser
un plan a futuro", concluye Williams.
Alberto
Goytre es un especialista en comunicación audiovisual que, además, escribe en
su blog poemas. En 2011 organizó en España lo que llamó Primera Maratón de
Poesía Geolocalizada, en la que invitaba a recorrer las ciudades para encontrar
los escenarios de este género. "¿Quién no ha soñado estar en Isla Negra
mientras Neruda concebía uno de sus oceánicos poemas revolucionarios?"
Dice Goytre: "El GPS es un sistema de localización relativamente frío, por
eso contrasta y a su vez marida muy bien con la poesía, que es de alta temperatura
emocional". En línea con la imposible inclusión de escenarios como Macondo
en estas herramientas, Goytre concluye que si bien "la poesía está muy
agarrada al tiempo y el espacio donde se concibe, también evoca muchos lugares
ideales imposibles de geolocalizar".
FUENTE: LA NACION
Argentina
No hay comentarios:
Publicar un comentario