«La casa de la Troya» cumple cien años sin
perder su popularidad
Dos nuevas ediciones,
de bolsillo y de bibliófilo, constatan su vigencia
Santiago puede haber cambiado notablemente
desde finales del siglo XIX, pero la historia de uno de sus habitantes -de
ficción- más célebres de la época sigue de actualidad: La
casa de la Troya, la novela escrita por Alejandro Pérez Lugín y
protagonizada por Gerardo Roquer, el joven heredero al que obligan a cambiar
Madrid por la universitaria Compostela, cumple este año cien desde su primera salida de imprenta.
En este tiempo, ha superado el centenar de ediciones -contando solo las
legales- y a ellas añade ahora dos más.
El sello gallego Camiño do Faro acaba poner en las librerías una
versión de bolsillo, ilustrada por Cristina Figueroa y que
cuenta con un plano de la Compostela de la época, y a finales de año alumbrará
una edición de bibliófilo, con un triple formato: 12 ejemplares tratados como
obras de arte, 88 numerados y el resto de volúmenes, en tapa dura. Contará con
ilustraciones, grabados y estampas de la época, capitulares, un extenso
glosario y artículos a los que contribuyen desde Darío Villanueva hasta el deán
de la catedral, pasando por Bernardo Barreiro, bisnieto de Alejandro Barreiro,
director de La Voz de Galicia entre 1913 y 1937 y personaje de la novela.
El libro de Pérez Lugín (1870-1926) fue
popular desde su nacimiento gracias a las extensas relaciones que su faceta de
periodista reportó al autor, según explica Matías Membiela, editor de la
versión del centenario junto a Lucindo-Javier Membiela. Al año
siguiente de su publicación recibió el premio Fastenrath de la Real Academia
Española y las
reediciones comenzaron a sucederse, desde aquella inicial de 1.600 ejemplares.
En 1925 había rebasado la treintena, ya había sido adaptada al teatro y al cine
y se había publicado una traducción al inglés en Estados Unidos (que en el 2014
Camiño do Faro recuperó y que ya ha tenido que reimprimir). En 1940 la librería
Galí empezó sus tiradas, llegando en 1990 a la edición 97. Todo esto hace de La casa
de la Troya una de
las novelas más leídas en lengua castellana, debido también, recuerda Membiela,
a su éxito en Hispanoamérica, especialmente entre estudiantes que conocieron la
vida universitaria de Santiago.
Resistir
los años
Hay muchas creaciones culturales -y sus
autores- que cosecharon un gran éxito en su momento y luego cayeron en el
olvido. Pero La casa de la Troya ha resistido bien el desgaste de los
años gracias a tratar temas atemporales, como apunta Membiela. «La vigencia
también se debe a los sentimientos de amistad y amor eternos, y espacios como
las rúas compostelanas, los pazos, los paseos o las rías, así como la ausencia
de contraprestación en la consecución de tanta belleza, ya sea urbana como el
Santiago de Compostela del siglo XIX, del XX y del XXI, ya sea rural como las
corredoiras de Moruxo y Sada que le vieron escribir la novela, sin olvidar la
ciudad de A Coruña», relata el editor.
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