'El doctor Héraclius Gloss', de Guy de Maupassant
Portada de 'El doctor Héraclius Gloss'
Guy de Maupassant (1850-1893) es conocido sobre todo por sus
relatos cortos, en especial el titulado 'Bola de sebo', fuente lejana de
inspiración de uno de los grandes clásicos del cine de todos los tiempos: 'La
diligencia' de John Ford. También escribió algunas novelas, aunque solo 'Bel
Ami' destaca en su producción.
'El doctor Héraclius Gloss' está a medio
camino entre el relato largo y la novela. Aún no se hablaba del género como
tal, pero lo que hace Maupassant con este texto es una 'nouvelle' en un país
que con posterioridad ha tenido y tiene verdaderos maestros del mismo. Echenoz
es uno de ellos; Modiano, también.
Héraclius Gloss es un hombre sabio. El
narrador lo dice en la primera frase, pero luego se apresura a explicar que
nadie sabe muy bien por qué, puesto que jamás ha publicado una línea ni tiene
título alguno expedido por una Universidad. A partir de ahí, Maupassant aplica
un fino sentido del humor (no exento de una notable capacidad de demolición en
no pocas páginas) para contar la peripecia de Gloss a partir del momento en que
entra en contacto con la metempsícosis y empieza a ver viable la transmisión de
pensamientos y saberes más allá de la muerte. Todo se complica cuando un gran
simio se convierte en huésped de su casa, para horror de su criada (y amante)
Honorine y él mismo es objeto de algunas burlas por parte de los prohombres de
la ciudad, hasta entonces leales amigos y compañeros de tertulias.
El genio de Maupassant quedó algo eclipsado
para la posteridad por el brillo deslumbrante de algunos de sus contemporáneos
en el gran siglo de la novela francesa: Flaubert, Hugo, Zola y unos cuantos
más. Durante la segunda mitad del XX su obra se fue recuperando y van llegando
a las librerías algunos de sus textos menos conocidos. Bien merece una lectura.
FUENTE: EL CORREO.com
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