Juan Pablo Castro aborda el suicidio infantil en los cuentos

Castro es autor de seis novelas, un poemario y un libro de cuentos. Es licenciado en comunicación social, máster en literatura y profesor universitario. Foto: Cuenca Magazine

Crueles cuentos para niños, del cuencano Juan Pablo Castro Rodas, resultó ganador en la decimoséptima edición del Premio Nacional de Cuento que realiza la Casa de la Cultura, Núcleo del Guayas.

A través de este certamen el autor se adjudicó $ 5.000 y se espera que en agosto se publique la primera versión de esta serie que reúne 9 cuentos.

La decisión se dio por mayoría, no por decisión unánime, según consta en el acta. El jurado estuvo conformado por Gabriela Alemán, Carlos Rojas González y Luis Carlos Mussó.

Los cuentos de Castro abordan el suicidio infantil y paradójicamente a la tradición del género de cuentos, dirigidos a niños, estos son para un público adulto.

“Pretendí abordar el suicidio infantil para un lector adulto, porque plantearse la muerte siempre es complejo, y mucho más cuando se habla de los niños, suponiendo que son sujetos vulnerables, pero el hecho adquiere una dimensión mayor en el momento en el que deciden cortar su vida”, dijo Castro en una entrevista.

Para intercalar el trabajo sobre el suicidio, Castro aborda otras dimensiones de los niños, pues así como se trata de un sujeto maravilloso, también lo intercala con las posibilidades de que este cree trampas para su propia familia, de tal forma que burla lo que constituye la institución familiar.

El jurado otorgó, además, la primera mención de honor a Los Lobos del Sur, de Luis Salvador Jaramillo, de Loja, y a la obra Rojo sobre tamarindo, de la guayaquileña Ruth Mariela Morales.

Gabriela Alemán se refirió a Los Lobos del Sur como un trabajo muy interesante, pues a lo largo de todos los cuentos de la colección se utiliza a los lobos como hilo conductor, intercalando su personalidad entre figuras míticas, animales, o interlocutores.

“Me pareció una propuesta muy interesante para la actualidad porque habla de un mundo rural, apuesta por paisajes poco tocados en la literatura ecuatoriana. Es un libro muy inteligente”, dijo Alemán. (I)

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