Irène
Némirovsky, de la vieja maleta a la gran pantalla y la novela gráfica
El cine y el cómic reeditan el éxito del relato
autobiográfico «Suite francesa», un testimonio demoledor e intimista sobre la
Francia bajo la ocupación nazi
Asesinada en Auschwitz en agosto de 1942, el gran
éxito alcanzó a la escritora Irène Némirovsky (Kiev, 1903) más de sesenta años
después de su muerte. Su novela inacabada de raíz autobiográficaSuite francesa recibió el prestigioso premio Renaudot
en el 2004, pero sobre todo el libro le granjeó la masiva aclamación del lector
en Francia -supuso una auténtica conmoción nacional- y en toda Europa.El texto había permanecido seis décadas guardado en una
vieja maleta, en la que las hijas de la escritora -Denise y
Elisabeth, entonces unas niñas de 13 y 8 años- se llevaron los papeles de su
madre en su precipitada huida de las garras de los gendarmes del régimen
colaboracionista (que sí habían atrapado días antes a su confiado padre, que
también moriría en el campo de concentración de Auschwitz).
Aunque la autora de origen
ruso proyectó un gran fresco en cinco partes -como una gran sinfonía con más de
mil páginas-, Némirovsky solo concluyó dos de ellas: la primera abarca la
derrota de Francia, la ocupación y el éxodo de los parisienses por las
carreteras en busca de refugio y bajo los bombardeos; la segunda recrea la
difícil convivencia en un pueblo pequeño entre los franceses y los alemanes
invasores. Su retrato de la burguesía gala es muy
duro.
Ahora el fenómeno Némirovsky cobra fuerza de nuevo con la
coincidencia en España de la doble adaptación de Suite francesa, al cine y la novela gráfica.
Precisamente, el encargado de llevar el libro a la gran pantalla, el director
londinense Saul Dibb, optó por la segunda parte, centrada en la historia de
Lucile Angellier (encarnada por la actriz Michelle Williams), una mujer que
espera noticias de su marido, prisionero de guerra, y se enamora de un oficial
nazi (Bruno, Matthias Schoenaerts) que integra el regimiento instalado en el
pueblo donde vive. Kristin Scott Thomas interpreta a la suegra de Lucille,
madame Angellier, quien con su actitud de férreo control representa el ambiente
opresivo que se respira.
Solo un día antes de que
el filme llegara a las salas españolas (el pasado viernes), Salamandra -el sello que publicó Suite
francesa en español-
acercó a las librerías una reedición del libro y también la
adaptación al cómicrealizada por Emmanuel Moynot. El guionista
y dibujante francés, al contrario que Dibb, centra su novela gráfica en la
primera parte, en la que las tropas de Hitler avanzan hacia París y toman la
ciudad, mientras la población inicia un éxodo por las carreteras bajo las
bombas de la aviación. La capital se queda vacía y, en muchos casos, la
urgencia de la supervivencia no hará aflorar precisamente lo mejor de la vecindad.
El relato pide continuidad. ¿Complacerá Moynot al lector?
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