MARCOS NOGALES: 'Por si tardamos en versos'.

Aún quedan poetas

En este mundo en el que todos corremos de un sitio a otro, aún queda gente que se para a buscar la palabra más apropiada en cada situación. En este mundo de tecnología, en el que los bolígrafos caen en el olvido y el arma de escritura es un móvil, un tablet o un ordenador, aún queda gente que deja su legado en negro sobre blanco. Así lo ha hecho Marcos Nogales, poeta de 20 años que ha publicado un libro, 'Por si tardamos en versos'.

Bienvenidos a La Trinchera, de los versos jóvenes.

Marcos Nogales nació en 1994. Hoy a sus 20 años ya ha tachado la primera de las tres cosas que había que hacer según el poeta José Martí:"plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro". 'Por si tardamos en versos' es un cuaderno de poesía, porque como él nos cuenta, está incompleto. Nos cuenta que cuando 'Por si tardamos en versos' fue concebido, imaginaron un libro personal y cambiante, para que el lector convirtiera el libro en su cuaderno. 

A su corta edad, habla de que lleva escribiendo "muchos años", y es que Marcos empezó a escribir temprano: "Unos jugaban al fútbol y a otros no nos gustaba". Quizás es por eso que hoy podamos coger sus versos en un libro original, tanto por contenido como por continente. Una maquetación distinta, y una distribución, particular. Este libro no tiene índice, tiene corazón.

¿Cómo se es poeta?

"Soy controlador aéreo de aviones de papel sin rumbo. Soy no sé. Soy porque estoy, o estoy porque soy. Nada es lo que parece. Menos yo. Quisiera ser la diferencia entre un verbo predicativo y uno copulativo. Pero no sé". Así se describe el propio Marcos en el libro. 

Disfruta de la poesía. Y se nota. Hablar con él es regalarse los oídos. Cuando habla, cada palabra está escogida a la perfección, aunque parezca azar. No vive atado a la poesía, pero ha tomado como hábito escribir. En el metro, en el bus, esperando... Este poeta que estudia periodismo dejar versos que caen por su propio peso:

"Que no te vaya todo bien, que te vaya mejor.

Toma una caja de estrofas, un ramo de metáforas,

nuestros restos, un hasta luego, y un abrazo.

Por si tardamos en versos."

 

Una poesía improvisada.

Acabada la entrevista quise poner en un aprieto a Marcos. "Dedícame una poesía para La Trinchera y El Mundo". Y tras una sonrisa pícara, saca un papel y automáticamente se pone a escribir. 

"En nuestros huecos labrados 

a partir de las huellas  que nos obcecamos en construir

al pie de los rascacielos que nos encarcelan y sepultan

aquí es de donde somos,

de donde queremos ser,  

de La Trinchera, de nuestra trinchera,

de El Mundo, de nuestro mundo." 

Maldecía Fito Cabrales en una de sus canciones en 'Platero y Tú' a "todos esos locos que quieren gobernar la vida sin las palabras del poeta y sin las manos del artista". Aún quedan poetas, aún queda esperanza. 

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