UNA IMAGEN, UN POEMA.
ODA A MARÍA
(Compañera de travesía)
Bendita eres
entre todas las mujeres…
En tu vientre el cordero crece sin miedo
compartiendo tu magnífica paciencia
y acallando cualquier acusador dedo
que maldice y corrompe nuestra conciencia.
Fuiste elegida no por el simple azar
pues de todas las encontradas, ninguna
fue la mejor. A ti te podre rezar
Oh reina de la luz, del sol y la luna.
Comprendiste la clara misión mi amada;
aquella que busca vivir sin pecar,
aquella que te proporciona la vida,
aquella que comparte tanto su amor.
Bendita eres
¡si! entre todas las mujeres…
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(Compañera de travesía)
Bendita eres
entre todas las mujeres…
En tu vientre el cordero crece sin miedo
compartiendo tu magnífica paciencia
y acallando cualquier acusador dedo
que maldice y corrompe nuestra conciencia.
Fuiste elegida no por el simple azar
pues de todas las encontradas, ninguna
fue la mejor. A ti te podre rezar
Oh reina de la luz, del sol y la luna.
Comprendiste la clara misión mi amada;
aquella que busca vivir sin pecar,
aquella que te proporciona la vida,
aquella que comparte tanto su amor.
Bendita eres
¡si! entre todas las mujeres…
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ODA AL AMOR
(Poema de mujer)
Poema de mujer, lo eres todo:
Poema de amor, de dolor.
Brotas como lava que inflama mi huidizo corazón,
y te asomas, frío incierto para matar mi devoción.
Mujer, poema que lo eres todo:
Esplendor de todo amanecer,
pasión, fuego, desesperación;
armonía, paciencia e ilusión.
Como ladrón en la noche me robas el alma;
ahora, contemplo perder mis pasos en el oscuro camino
de un sueño sin retorno.
Ábreme las puertas de tu castillo amada princesa,
te adueñas de cada fragmento de mí ser
indefenso al antojo hábil de tu pasión.
¡Oh! poema de digna mujer,
me arrastras sin contemplación.
Poema de mujer, lo eres todo:
Poema de amor, de dolor.
Lentamente me acerco a ti con picardía
y me entregas tu amor eterno.
¡Oh niña! ¡Mi niña mía!..
pequeña isla en el mar me siento.
Nuestros cuerpos se adueñan del edén
regalándonos su fresco verdor;
ahora que te tengo mi amor,
te doy mi eterno corazón.
Poema de mujer, lo eres todo:
Poema de amor, de dolor.
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(Poema de mujer)
Poema de mujer, lo eres todo:
Poema de amor, de dolor.
Brotas como lava que inflama mi huidizo corazón,
y te asomas, frío incierto para matar mi devoción.
Mujer, poema que lo eres todo:
Esplendor de todo amanecer,
pasión, fuego, desesperación;
armonía, paciencia e ilusión.
Como ladrón en la noche me robas el alma;
ahora, contemplo perder mis pasos en el oscuro camino
de un sueño sin retorno.
Ábreme las puertas de tu castillo amada princesa,
te adueñas de cada fragmento de mí ser
indefenso al antojo hábil de tu pasión.
¡Oh! poema de digna mujer,
me arrastras sin contemplación.
Poema de mujer, lo eres todo:
Poema de amor, de dolor.
Lentamente me acerco a ti con picardía
y me entregas tu amor eterno.
¡Oh niña! ¡Mi niña mía!..
pequeña isla en el mar me siento.
Nuestros cuerpos se adueñan del edén
regalándonos su fresco verdor;
ahora que te tengo mi amor,
te doy mi eterno corazón.
Poema de mujer, lo eres todo:
Poema de amor, de dolor.
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PEQUEÑA ARAÑITA
Teje tu trampita
pequeña arañita.
Ahí,en un rincón
trabajas un montón.
Armando tu casita
mueves las patitas,
con tu aire creador,
todo, diseñas con amor.
Teje tu trampita
pequeña arañita.
Ahí,en un rincón
trabajas un montón.
Armando tu casita
mueves las patitas,
con tu aire creador,
todo, diseñas con amor.
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“De todos los sonidos
que son bastante surtidos.
Mi joven amigo,
me he quedado contigo.
Te pregunto ¿Por qué los llantos?
que son tantos,
afligen tus ojos,
pequeños y rojos.”
que son bastante surtidos.
Mi joven amigo,
me he quedado contigo.
Te pregunto ¿Por qué los llantos?
que son tantos,
afligen tus ojos,
pequeños y rojos.”
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“Vaya problema
que voy hacer, de mí, mi emblema.
A un anciano he visto,
desgraciadamente desprovisto,
entrar en la guarida
de un mal druida.
Muchos siglos pasaron
desde que lo condenaron.
Ahora tu abuelo,
se encuentra en el agujero.
Por ser un niño de gran corazón,
he de ayudarte con gran tesón.
Has de creer
que todo puede ser.
Mi nombre es Sortero.
El que ayuda a cualquier forastero.”
que voy hacer, de mí, mi emblema.
A un anciano he visto,
desgraciadamente desprovisto,
entrar en la guarida
de un mal druida.
Muchos siglos pasaron
desde que lo condenaron.
Ahora tu abuelo,
se encuentra en el agujero.
Por ser un niño de gran corazón,
he de ayudarte con gran tesón.
Has de creer
que todo puede ser.
Mi nombre es Sortero.
El que ayuda a cualquier forastero.”
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La mañana transcurre lentamente,
su claridad trascienden con soltura
los confines más íntimos de un puente
que cobija dos manos con ternura.
Paso a paso, el tiempo se vuelve amigo,
compañero de alegre caminata.
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su claridad trascienden con soltura
los confines más íntimos de un puente
que cobija dos manos con ternura.
Paso a paso, el tiempo se vuelve amigo,
compañero de alegre caminata.
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Lo único que quizás pueda llevar
cuando las campanas
repiquen, es lo que nunca pudiste quitarme,
es lo que llevo muy dentro de mí.
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cuando las campanas
repiquen, es lo que nunca pudiste quitarme,
es lo que llevo muy dentro de mí.
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Mi voz juguetea libre con el viento,
mi cuerpo se alista para el evento,
mi labio domina tu ser bendito,
a tu tibio palpitar yo me remito.
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mi cuerpo se alista para el evento,
mi labio domina tu ser bendito,
a tu tibio palpitar yo me remito.
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Trato de escurrirme por las ventanas
al avasallador rayo del tiempo
que llena los rostros de veteranas
arrugas, malévolo contratiempo.
Golpe a golpe repican las campanas,
y roban los cuervos el pasatiempo
a los hombres que el perdón consiguieron
más allá de enigmas que resolvieron.
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al avasallador rayo del tiempo
que llena los rostros de veteranas
arrugas, malévolo contratiempo.
Golpe a golpe repican las campanas,
y roban los cuervos el pasatiempo
a los hombres que el perdón consiguieron
más allá de enigmas que resolvieron.
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Decía mamá: “No dejes de ser bueno”,
mi padre, el que nunca botó una lágrima;
aquel día, cruzaron ríos por sus mejillas.
“Ve con Dios, sí, ve con él ¡Marcha hijo!”
Nunca, jamás, me hizo falta otra lágrima
que me volviera a tumbar de rodillas.
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mi padre, el que nunca botó una lágrima;
aquel día, cruzaron ríos por sus mejillas.
“Ve con Dios, sí, ve con él ¡Marcha hijo!”
Nunca, jamás, me hizo falta otra lágrima
que me volviera a tumbar de rodillas.
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Cuando duermes, escapas
a un lugar donde se viaja
con los vientos,
donde solo nos amamos,
y donde ser bueno, encaja
sin tormentos.
Se transfigura en tu dueño;
más te conviertes en hombre
que se transforma,
desencajando al sueño
sin ser eterno.
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a un lugar donde se viaja
con los vientos,
donde solo nos amamos,
y donde ser bueno, encaja
sin tormentos.
Se transfigura en tu dueño;
más te conviertes en hombre
que se transforma,
desencajando al sueño
sin ser eterno.
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GRACIAS POR LEER MIS POEMAS Y SER PARTE DE MI VIDA.
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