Isabel Allende retrata el amor en la vejez en “El amante
japonés”
Nueva novela de la escritora chilena, que vuelve después de 'El juego de Ripper'
La escritora Isabel Allende, en Madrid
Vuelve a los amores y
desamores, a los sentimientos, a ese lenguaje en el que ella se mueve con
soltura. Isabel Allende (Lima, 1942) publicó su primera novela
en 1982, La casa de los espíritus,
obra que se convirtió en uno de los títulos míticos de la literatura
latinoamericana. A este le siguieron otros muchos, todos los cuales han sido
éxitos internacionales. El amante japonés (Plaza & Janes)(lee aquí el primer
capítulo), su última novela aborda el amor en la vejez y está ambientada en San
Francisco (California). Los lectores de esta autora tendrán la obra mañana en
las librerías y quienes quieran que les responda a sus preguntas, la autora
estará en un chat para EL PAÍS el jueves 4 de junio a las 19.00 (hora
española).
La
obra de Allende ha sido traducida a 35 idiomas. En 2010, fue galardonada en
Chile con el Premio Nacional de Literatura, y en 2012, en Dinamarca, con el Premio Hans Christian Andersen por su trilogía Memorias del águila y
del jaguar. Ha vendido más de 65 millones de libros, entre ellos títulos
como La casa de los
espíritus o Paula. A sus 72 años se acaba de separar,
tras 27 de matrimonio, del abogado y escritor americano Willie Gordon, un autor
de novela negra. Allende hizo una incursión en ese género en su anterior
trabajo literario El juego de Ripper (2014), en él narraba cómo un grupo de
niños de distintas partes del mundo se conectaban vía Internet para resolver
una serie de crímenes en San Francisco.
Con El amante japonés vuelve a las historias que más
entusiasman a su público, elige de nuevo la ciudad de San Francisco como
escenario para descubrir una historia que comienza en 2010 cuando una dama
adinerada decide abandonar su mansión para refugiarse en una residencia de
ancianos con unos clientes especiales. Su altivez le obliga a mantener la
distancia tanto con sus compañeros de edificio como con trabajadores de la
residencia excepto con Irina Bazili, una joven de Moldavia, a la que convierte
en su colaboradora y amiga. La joven descubre unas cartas en sobres amarillos
que contienen misteriosas historias. La narración va del presente al pasado y
vuelve al momento presente.
FUENTE: EL PAÍS
No hay comentarios:
Publicar un comentario