María Teresa Álvarez rinde homenajea sus antepasados en
«La Indiana»
La
escritora presentó su última novela en el Centro Asturiano de Madrid
ERNESTO AGUDO
María Teresa
Álvarez presentó su novela
Cuenta la escritora María Teresa Álvarez que un amigo suyo
califica su último libro, «La indiana. De Asturias a Cuba. Un amor separado por
un océano» (La Esfera de los Libros), como una
doble historia de amor. La
que ocurre entre sus protagonistas, Silverio y Marina, que se desarrolla el
siglo XIX colonial, y el que siente la autora por su localidad natal, Candás.
«Me ha marcado. Quiero mucho a mi pueblo, me siento parte integrante y soy muy
sentimental», reconoce María Teresa Álvarez.
Allí conoció de cerca el ejemplo de fortaleza mayor con el que
se ha encontrado: el de las mujeres de los puertos del norte, las que estaban
casadas con los hombres que se ganaban la vida con lo que sacaban del mar. «Eran padres y madres a la vez, tenían que hacer frente a
cualquier problema solas. Eran tan sacrificadas... Tenían otras aspiraciones en
la vida, pero no les quedaba más remedio. Fueron increíblemente admirables
–explica–. Por eso, estas páginas son mi sentido homenaje a mis antepasados, a
los pueblos costeros, a la gente que vivía del mar». Un homenaje que le está
dando un sinfín de satisfacciones: «Ya va por la segunda edición. Conozco a
cinco personas que no les gusta leer, han leído ‘‘La indiana’’ y les ha gustado
tanto que han empezado a leer. Es muy gratificante».
Ese interés vital por los personajes femeninos (le viene de la serie de documentales «Mujeres en la historia»
que realizó para TVE:
«Allí tomé conciencia de la marginación que han sufrido las mujeres a lo largo
de la historia») se une en «La indiana» a la pasión que siempre ha sentido por
la Historia (toda su bibliografía está marcada por ella, desde su primer libro,
«La pasión última de Carlos V», a los más recientes, como «La infanta Paz de
Borbón» o «Margarita de Parma»). Por ello, a pesar de que los protagonistas son
imaginarios, María Teresa Álvarez hace que sus vivencias se desarrollen en un
escenario tratado con un gran rigor histórico. «Aunque son inventados, se
comportan como si vivieran en esa época. Hay muchas cosas que les suceden que
hoy no les pasaría a los enamorados del siglo XXI», afirma la autora. Así, el
libro arranca con un naufragio real y sigue narrando las vidas de uno y otra.
Con Silverio realiza la travesía hacia Cuba y retrata la dureza extrema del
viaje: «Se hacinaban en las galeras, con unas condiciones higiénicas
deplorables. Muchos de ellos no sobrevivían». «Cuba para mí es muy especial
–afirma la escritora–. Solo he viajado una vez allí, con mi marido, Sabino
Fernández-Campo. Fue muy emocionante descubrir que seguían manteniendo
costumbres de la época de Carlos III, mientras que aquí parece que le damos la
espalda a la Historia».
«La Habana por aquella época era una ciudad de ensueño. Llegaban
con ilusiones de tener una vida mejor pero, a veces, ese paraíso se convertía en
un infierno aún peor que el
que habían vivido antes, porque allí estaban solos –narra María Teresa
Álvarez–. Había mucha solidaridad entre los inmigrantes». Aborda también en el
libro el problema del analfabetismo de la época:«Hago hincapié en la
importancia que tenía para los inmigrantes que se fueran sabiendo leer. Es una
manera de demostrar que la cultura es un arma de poder en todas las épocas».
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