José
Noriega reinventa la xilografía
en una nueva
revista poética
El
editor vallisoletano presentó el último proyecto editorial de El Gato Gris,
‘Zapato de niebla para la poesía’
FOTOGALERÍA
/ El editor José Noriega. HENAR SASTRE
La poesía estrena zapatos. «Unos zapatos de niebla, siempre
blandos, húmedos y misteriosos». La horma de calzado tan sugerente es la
xilografía, para vestir sobria pero elegantemente «a la poesía sin lazos ni
cascabeles». Con estas palabras se refiere el editor y grabador vallisoletano
José Noriega al nuevo proyecto editorial de El Gato Gris: la revista poética
‘Zapato de niebla para la poesía’. Dijo hace poco que se jubilaba pero no era
del todo cierto. Se retiró de la edición de libros pero lleva dos años
embarcado en una aventura que pasó de ser «necesaria pero imposible», como
auguraron algunos, a quedarse en «necesaria» porque finalmente saldrá adelante.
Noriega habló anoche de la nueva criatura en la sesión ‘Cuando la feria
duerme’.
Guardián del libro como experiencia sensorial
y artefacto bello desde la creación de El Gato Gris hace dos décadas, Noriega
no iba a dejar que los poemas que ama deambularan desprotegidos por el papel.
Cada uno irá acompañado de una xilografía suya cuyo proceso de producción es
otra ‘locura’ más del editor, que asume la inviabilidad económica de la idea.
Contó ayer que le han construido expresamente
para la revista una fresadora de control numérico, maquinaria habitualmente
utilizada en el sector industrial, con la que talla los tacos de madera para la
estampación, previa aplicación de programas informáticos de vectorización que
le ha costado sudor y lágrimas aprender.
El también artista plástico sigue utilizando
el pincel sobre cristal para el diseño inicial (lo escanea y luego digitaliza)
pero se beneficia de la precisión que le ofrece la tecnología. «Si Durero
hubiera tenido esta máquina 3D, ¡hubiera dejado de comprar gubias!», exclama
tajante quien conjuga sin remordimientos la calidad de la estampación
xilográfica tradicional con las posibilidades de la robótica. Dos voces
extranjeras femeninas, la de la portuguesa Ana Hatherly y la de la neoyorquina
Jorie Graham, compartirán el primer número, que verá la luz el próximo otoño,
con glorias de casa: José Jiménez Lozano, Antonio Colinas, Juan Carlos Mestre,
Manuel Rico y el recientemente fallecido José Luis Castillejo. Será una tirada
exclusiva, de 150 ejemplares. Dice Noriega «que está inflada buena parte de la
poesía actual, no es tan buena como se dice, y hay otra muy buena que no asoma
mucho; esa es la que va descalza y a la que le ofrezco los zapatos de mi
revista». El vallisoletano evitará «la poesía oficialista», autores con
currículos cuajados de premios pero que no le conmueven, y otros directamente
prescindibles: «No merece la pena cortar árboles para algunos de los poemarios
que me mandan. Hay muchísimos poetas pero pocos buenos», asevera.
En el marco de la Feria, Noriega no se
resiste a opinar sobre el objeto en torno al cual ha girado su vida.
Paradójicamente, no es tan nostálgico como otros con respecto al papel. «El
invento de Gutenberg fue una broma al lado de la revolución digital», que
considera un punto de inflexión «a favor» de la humanidad porque «la cultura es
la lectura, no los libros en la estantería».
El editor exhibe estos días para los lectores
algunas joyas de su colección particular. En una vitrina a la entrada del
Auditorio de la Feria se puede observar un adelanto de la revista y, entre
otras piezas, un ejemplar de una edición limitada de ‘Mi libro de horas’
(1922), de Frans Masereel, firmada por el autor, y una reedición de 1974 del
«libro más maravilloso de xilografía», ‘Klänge’ (1911-1912), de Kandinsky.
FUENTE: El
Norte de Castilla
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