Una entrevista con María José Navia, quien acaba
de publicar “Instrucciones para ser feliz”. Esta escritora chilena radicada en
Nueva York asegura sentirse muy cercana a la literatura boliviana. “Bolivia tiene una
literatura muy rica y trato de estar lo más al día posible con ella”.
“Bolivia
tiene una literatura muy rica”
La escritora María José Navia en un selfie. - Archivo Periodista
Invitado
Entre las resoluciones de 2015, María José
Navia, escritora chilena radicada en Wa- shington DC (EEUU) que acaba de lanzar
su segundo libro, una colección de cuentos titulada “Instrucciones para ser
feliz”, se propuso “trabajar para lograr cada vez mejores cuentos”.
Tras haber reseñado en su blog
https://ticketdecambio.wordpress.com varias obras de autores bolivianos como
Edmundo Paz Soldán, Liliana Colanzi, Rodrigo Hasbún, Giovana Rivero y
Maximiliano Barrientos; Navia aseguró sentirse muy cercana a la literatura
boliviana. “Bolivia tiene una literatura muy rica y trato de estar lo más al
día posible con ella”.
Uno de los momentos clave que impulsaron la
publicación de su obra más reciente fue la oportunidad de leer el primer cuento
de los 12 que componen la colección de “Instrucciones para ser feliz” (“París
por la ventana”), en un encuentro de escritores que Edmundo Paz Soldán organizó
en la Universidad de Cornell en 2013, al que asistieron Francisca Trías,
Liliana Colanzi, Cristina Rivera Garza, Mario Bellatin, entre otros.
“Vinieron muchas cosas lindas con este
encuentro. Me dio la confianza para seguir escribiendo los demás, para pulir
esta voz”, dice María José, acerca del lanzamiento de “Instrucciones para ser
feliz”, por la editorial Sudaquia, con sede en Nueva York. Una editorial
presidida por dos venezolanos, Asdrúbal Hernández y María Angélica, que cuenta
con un catálogo de más de 50 autores, entre los que figuran el boliviano
Sebastián Antezana (“El amor según”).
Con Sudaquia “queremos mostrar la riqueza
de la literatura latinoamericana y en español en Estados Unidos. Desmitificar
la figura del hispano en este país”, subrayó Hernández en el lanzamiento del
libro.
Asimismo, Navia, quien publicó “Sant” una
novela acerca de la ciudad de Santiago en 2010, subrayó que su desafío es “ser
absolutamente honesta con lo que cuento”. Así como “abordar las cosas que me
incomodaban, que me dolían”. “Mi frase guía es Write your Heart Out (Escribir
con el corazón en la mano), de la escritora estadounidense Joyce Carol Oates”,
subrayó.
Empecemos por el título: “Instrucciones
para ser feliz” con una portada de cielo azul con algodones de azúcar rosados.
Utilizas el tema de la felicidad como hilo conductor bajo el cual se agrupan
los 12 cuentos que componen la colección.
El título está influenciado por mi
fascinación y curiosidad por todos los manuales de autoayuda que suelo ver en
las librerías en Estados Unidos. Y me gustaba la idea de trabajar en una suerte
de manual de autoayuda que se volvía medio siniestro.
Me parecía que los cuentos podían leerse
bajo esa mirada, los personajes creen que van a ser felices logrando algo. Este
algo puede ser algo muy concreto, como es el caso del cuento de “París por la
ventana”, donde turistas japoneses llegan a París, con muchas expectativas de
conocer esta ciudad, y les da una crisis de pánico porque la ciudad no cumple
con las expectativas que ellos tenían, y hay que llevarlos de regreso a Japón.
El cuento está basado en algo que realmente existe. Se lo conoce como Paris
Syndrome.
En cuanto a la portada, el cielo azul con
nubes en contraste con los algodones de azúcar embolsados, refleja lo que yo
quiero transmitir con este libro. Esta idea artificial de la felicidad.
Al leer los cuentos, pareciera que la
felicidad se construye a partir de detalles, quizás insignificantes,
cotidianos. Como es el caso del personaje de Sara, de tu cuento “Instrucciones
para ser feliz”, en el que la idea de sentir el mundo bajo control, manejable,
donde todo estuviera tranquilo, es recurrente. ¿Qué es para ti la felicidad?
¿Cuáles son tus instrucciones?
La felicidad para mi es algo más
espontáneo. Es una contradicción decir que la felicidad tiene un manual, sobre
todo porque se trata de algo muy personal. No existen instrucciones para nadie.
Más que estar tranquilo, la felicidad tiene
que ver con la flexibilidad. Permitir que la idea que uno tiene de la felicidad
vaya cambiando y no obsesionarse con un plan. De muchas cosas que no resultan
salen cosas muy felices si uno tiene los ojos bien abiertos.
Como el personaje de Rodrigo del cuento más
experimental que escribí “#Mudanzas”, si bien terminó su relación con Adriana
no es el fin del mundo, la vida sigue, se abren nuevas puertas.
Algunos de tus cuentos están basados en
Santiago de Chile, otros en Nueva York, Chicago, París. ¿Desde dónde escribes?
No me pongo ningún límite. Nunca me propuse
quiero escribir de Santiago o de Estados Unidos. Sí, creo que es una mirada
desde afuera, como extranjera. También adopto la voz de personajes que están
pasando por momentos difíciles, y no están completamente presentes en el ahora.
Los cuentos incorporan los medios de
comunicación de nuestro tiempo, las redes sociales, como Facebook, Twitter,
Instragram. Incluso los títulos tienen que ver con el Internet, como “#Mudanzas”,
“Online”,“Actualizar”.
Me fascinan las múltiples posibilidades de
las redes sociales. Yo nunca bloqueo el Internet cuando escribo. Uso mucho
Twitter, me alimenta. Quería jugar con eso también, con personajes que crean
ficciones a través de la tecnología lo que puede ser tanto positivo como
terrible.
¿Cómo nacen las ideas para tus cuentos? Cito las primeras líneas
de “Salir corriendo”: Duele todo. Que nadie te diga que no. Correr duele,
moverse duele. Todo duele.
Los comienzos son muy importantes para mí. Una vez que me llegan
puedo escribir el cuento completo. Me pongo a escribirlo y me entretengo
pensando en cómo va a terminar. Nunca sé cómo terminarán. Me gusta mucho ese
proceso.
Mis cuentos son muy breves y contenidos, casi miniaturas,
pretendo que funcionen dentro de su contención.
Soy muy de buscar frases. Tengo un blog, reseño novelas, me
gusta citar los libros que reseño, siempre trato de poner alguna frase para que
la gente se entusiasme.
Un libro me hace más feliz cuando tiene estas frases que se
quedan conmigo por distintas razones. Me propongo lograr esa frase, algo que se
puede llevar el lector.
¿En qué estás trabajado ahora?
Estoy terminando de revisar una novela para niños “El Mapa
Secreto de las Cosas”. También tengo ganas de escribir una novela corta. Me
gustaría atreverme a escribir algo como “La vida privada de los árboles” del
chileno Alejandro Zambra, que me gusta mucho.
¿Qué autores recomendarías o estás leyendo?
Laia Jufresa, Liliana Colanzi, Laura Van den Berg, Rebecca
Solnit, Diego Zúñiga, entre otros.
FUENTE:
Bolivia
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